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El rádar en los móviles el siguiente paso en tecnología para los smartphone

Primero fue el teclado, luego llegó el ratón y finalmente la pantalla táctil y los lápices digitales. Todos ellos, interfaces, nos permitían interactuar con ordenadores, tabletas y teléfonos móviles. Pero siempre a través de un intermediario físico. Ahora ha llegado el paso siguiente: la relación sin intermediarios. El último modelo de smartphone de Google, el Pixel 4, tiene un pequeño chip de radar en su interior. Gracias a él y a la tecnología Motion Sense, es capaz de detectar nuestra presencia, así, sin interfaces, sin cámara, sin intermediarios. La tecnología es hija del Proyecto Soli. Esencialmente hay tres tipos de interacciones, según nos explica Brandon Barbello, director de producto de Pixel en Google. La primera de ellas es la presencia: el chip se asegura que estamos cerca y, si no es así, apaga la pantalla. La segunda interacción tiene que ver con la distancia, que puede llegar a los 6 metros. Gracias a ello el dispositivo activa los sensores de desbloqueo facial. Si suena una alarma o un tono de llamada, el teléfono se silencia automáticamente cuando ve que acercamos nuestra mano.

Y por último están los gestos. Acercar la mano y agitarla permite descartar mensajes o llamadas y hacer un movimiento hacia la izquierda o la derecha, permite por ejemplo, pasar a la canción siguiente o volver a la anterior. Es cierto que el potencial es enorme, pero Google aún no ha abierto esta capacidad a desarrolladores externos.