Después de que la Suprema Corte invalidó la primera parte de reformas electorales del Plan B, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, criticó la decisión y llamó a activar el ‘Plan C’.
“El pueblo mexicano busca recuperar la confianza en sus instituciones, pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió seguir protegiendo intereses particulares”, expresó el titular de Segob.
“Nueve ministros pasaron por encima de la voluntad democrática expresada por los representantes populares”, acusó en mensaje por redes.
“No hay de otra: Plan C en las urnas”, anunció.
¿Qué es el Plan C?
El Plan ‘A’ fue intentar reformas la Constitución para modificar reglas electorales y cambiar de fondo la estructura del INE, incluso planteaba que la manera de elegir consejeros electorales fuera por voto universal de los ciudadanos. Fue imposible porque no tenían los votos suficientes, necesitaban que la oposición apoyara a la 4T y no fue así.
El Plan ‘B’ fue el paquete de reformas a leyes para disminuir las estructuras y gastos en materia electoral. Son leyes secundarias, así que no podía cambiar reglas esenciales sobre las elecciones ni hacer profundas modificaciones al INE. Fue aprobado por las dos cámaras donde solo necesitaba la mayoría simple que sí tiene Morena con sus aliados, pero fue desechado ahora por la Suprema Corte, al menos en la primera parte pero auguran que así pase con la otra parte.
El Plan C fue algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó en marzo pasado al conocer que había trámites revisados en la Corte para desechar el Plan B.
Así lo dijo AMLO:
Ahora, hay un plan C, que no estén pensando que ya terminó todo.
Pues que no se vote por el bloque conservador (la oposición) para que siga la transformación, ni un voto a los conservadores, sí a la transformación.
Ese es el plan C, ese ya lo aplicamos en el (20)18, fue el pueblo el que dijo: ‘basta’, y se inició la transformación, acabar con la corrupción, que es el principal problema del país.
Y hemos avanzado muchísimo limpiando de corrupción al gobierno de arriba para abajo, como se limpian las escaleras, pero como se está llevando a cabo esta transformación respetando la división, el equilibrio de los poderes
¿Cuándo se había visto que le rechazaran en la cámara, en el Poder Judicial, en la Suprema Corte una ley al presidente? ¿Cuándo si todo era: ‘Sí, señor, lo que usted diga, señor’? ‘¿Qué horas son? Las que usted quiera, señor’.
