Se retomada la audiencia en contra del exfiscal de Derechos Humanos, Francisco G. A. en la que se están leyendo las declaraciones de los testigos que sustentan la denuncia por tortura. Uno de los puntos destacados ha sido, que según lo expresado por el agente del Ministerio Público, los testigos protegidos que presuntamente eran presionados para declarar en los casos de Operación Justicia para Chihuahua, recibían terapia para soportar la carga emocional que recibían.
Según las declaraciones expuestas, las terapias fueron de seis a ocho meses, tiempo en el cual se atendía a los declarantes para que contuvieran y canalizaran las emociones que les generaba estar en los procesos. Varias de las declaraciones de los testigos protegidos que han sido citados por los agentes del MP, indican que tuvieron pensamientos suicidas en varias fases de los procesos.
La denuncia contra Francisco G. se basa en las declaraciones de una persona que señala que durante meses fue presionada, al grado de llegar a la tortura, ya que debía acudir a interrogatorios que duraban hasta 16 horas, en las que no podían tomar agua o acudir a los sanitarios. La Casa de Gobierno habría sido el lugar en el que se practicaban los interrogatorios.
