La presidenta del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia de Juárez (DIF), Rubí Enríquez asistió a la inauguración de la primera parte del Memorial “Latidos de un corazón resiliente”, creado para honrar y dignificar la memoria de 25 mujeres cuyos restos fueron localizados en la zona del arroyo El Navajo, en el Valle de Juárez.
“Desearía que no tuviésemos que erigir este memorial, ni ningún otro, sin embargo, aquí estamos, reconociendo los dolorosos hechos que sucedieron justo en ese lugar”, dijo la señora Enríquez, quien externó total empatía con el dolor que sienten como madres.
El memorial “Latidos de un corazón resiliente” fue instalado en el arroyo El navajo, lugar donde se localizaron los restos de 25 niñas y mujeres víctimas de feminicidios durante los años 2013 y 2014.
Durante el año 2014, las madres y familiares colocaron cruces rosas con los nombres de sus hijas en tinta negra, justo en el donde ahora se instaló la primera parte del Memorial sobre la carretera Juárez-Porvenir a la salida de Práxedis G. Guerrero, antes de la entrada a El Porvenir, en la zona ubicada a pocos metros de la entrada al camino de los rastreos que conducen al arroyo El Navajo.
El recinto lo formaron con las primeras cruces y otras más nuevas para crear el monumento que tiene el objetivo de recordar el dolor y como símbolo de exigencia de justicia, dijeron las madres ahí presentes.
La segunda parte del memorial medirá seis metros de altura, en un espacio de 150 metros cuadrados, arbolado con especies endémicas de la zona, informó, Yadira Cortes, de la Red Mesa de Mujeres.
La presidenta de DIF municipal de Juárez expresó su admiración por la incansable lucha que han mantenido en busca de la verdad y la justicia, de igual manera les externó todo su apoyo a las familias, a quienes abrazó.
“Hoy las palabras sobran, este acto es en sí mismo un símbolo de resistencia y dignidad, sólo quiero hacer patente mi testimonio de reconocimiento y solidaridad para todas ustedes y sus familias, por no renunciar a la verdad, a la justicia y a la reparación”, expresó.
Después de escuchar los testimonios de las madres, la señora Rubí Enríquez concluyó su mensaje con un llamado a la conciencia colectiva, siendo el memorial el símbolo del recuerdo latente y palpitante del dolor y la injusticia que se vive en torno a los feminicidios en nuestra ciudad.
“Este memorial es un llamado a la conciencia colectiva, confío en que como sociedad seamos capaces de ver a través de él, y encontrar en nuestras acciones y omisiones, la reflexión profunda que nos permita reconocer quiénes hemos sido, para saber quiénes seremos o mejor aún, quiénes queremos ser”, agregó.