Por Rafael Cano Franco
Lo ilegítimo no legitima
Salvo el círculo muy cercano a Andrés Manuel López Obrador, para la gran mayoría de mexicanos, incluidos muchos seguidores que le dieron el voto, la consulta para determinar si continúa o no la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), no solamente fue una vulgar farsa, fue tan ilegítimo que ni como ensayo debe contar.
Plagada de irregularidades, mal organizada, carente de candados que le den credibilidad, alejada de la legalidad, no vinculante, financiada por el grupo legislativo de Morena, sin generar confianza en los resultados y lesiva para efectos democráticos; la consulta no solamente demostró la incapacidad para organizar un ejercicio de esta naturaleza, también exhibió que el futuro gobierno pretende legitimar acciones y decisiones con actos ilegítimos.
Según la Ley que rige sobre la materia, para que una consulta tenga efectos legales debe ser organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y no por un partido político y su grupo legislativo, lo cual ya le da un sesgo a cualquier resultado que se obtenga.
Pero no basta que sea organizada por el INE, su legalidad también se apareja con la participación de los ciudadanos y por tanto se debe contar con una afluencia de 30 millones de mexicanos registrados en el Padrón Electoral; la que organizó AMLO hizo hincapié en la emisión de un millón de boletas, cifra que no representa ni al 1 por ciento de la población radicada en México.
La consulta que organizó AMLO y Morena, fue una farsa en todos los sentidos.
Se anunció la emisión de un millón de boletas, distribuidas a capricho e inequitativamente; pero a la hora del recuento de las boletas, resultó que el número superó el millón de sufragios, eso indicaría que votó el 100.6 por ciento, algo que de entrada resta confiabilidad, pero resulta que hasta ese dato puede ser falso porque hay lugares donde no se agotó el 100 por ciento de las boletas, de hecho se estima que del total de boletas solamente se usaron el 65 por ciento; aun así se maneja el dato de que todas las boletas y algunas extra fueron utilizadas.
El resultado final indica que un 69.52 por ciento decidió por la opción de “Santa Lucía”, mientras que un 29 por ciento se inclinó a favor de la construcción en el lugar original que se planeó, “Texcoco” y con ese argumento, el presidente electo, López Obrador, salió a anunciar que cancelará el nuevo aeropuerto en Texcoco y construirá dos pistas nuevas en Santa Lucía, un lugar que los técnicos consideran inapropiado y una opción que no cumple con las condiciones adecuadas para la aeronáutica comercial e igualmente que rehabilitará el aeropuerto de Toluca y con eso, en tres años se resolverá el problema de congestionamiento aéreo en el Valle de México.
Uno de los argumentos fundamentales para no continuar con el NAIM era su costo; pero ahora resulta que cancelarlo resultará más caro: a la fecha se han invertido 62 mil millones de pesos, que se van a la basura, se estima que por las demandas y los daños causados a las empresas contratadas se van a perder otros cien mil millones de pesos en pagos de indemnización; terminar el aeropuerto a partir de la fase en la que se encuentra reclama 88 mil millones de pesos de inversión.
Las reacciones más importantes también se sintieron en los mercados y en la paridad del peso frente al dólar; de inmediato el peso empezó a devaluar su valor frente al dólar y tras el anuncio oficial superó la barrera de los 20 pesos.
No solamente eso, la Coparmex anunció acciones legales en contra de la decisión y las empresas calificadoras internacionales, donde las finanzas mexicanas generan la confianza a la inversión extranjera, retiraron sus buenas calificaciones y empezaron a otorgar notas mucho más bajas.
Pero lo más grave de todo es que el régimen exhibió el grado de autoritarismo y poco apego a la ley pues se basaron en un acto ilegal para acusar al pueblo de ser quien definió la determinación tomada.
Esto deja la experiencia de que en futuras consultas, como las que anunció AMLO para determinar si sigue como gobernante, la farsa será mayúscula pero servirá para justificar su permanencia en el poder, igual a como sucede en Venezuela con Nicolás Madura y en Nicaragua, con Daniel Ortega y familia.
Bienvenida la Oclocracia.
Rafael Cano Franco, es reportero y conductor de noticias, también preside el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A.C.