Política

Ley de aguas nacionales debe ser flexible


– Debemos partir del principio de subsidariedad, de apoyo y soporte para nuestro territorio.

Chihuahua,Chih.- La ley del agua no puede ser rígida, mientras en otras partes del país administran la abundancia, nosotros administramos la escasez ley, así lo expresó el diputado Edgar Piñón Domínguez, durante el Espacio de análisis de la Ley de Aguas Nacionales, dentro del marco del Foro de Gobernanza Hídrica del Estado de Chihuahua.

Consideró, que en el país, cada zona geografica parte de diferentes realidades; por lo que la Ley De Aguas Nacionales, debe tener flexibilidad y con una vocación regionalista, para que las regiones Centro-Norte del País que se mantienen en una situación de estrés hídrica, sean las menos afectadas.

“Mientras algunas zonas del país administran la abundancia del vital líquido, otros estados, como Chihuahua, administran la escasez”, enfatizó el también presidente de la comisión del Agua en el legislativo.

Incluso, comentó, Piñón, en nuestro estado prevalece una declaratoria de veda en ciertas regiones, en dónde muchos afluentes alimentan a otras entidades federativas, situación que en el ejecutivo federal resulta congruente.

Sin embargo, debemos partir del principio de subsidariedad, de apoyo y soporte para nuestro territorio, que aporta mucho, para que las personas que viven en las comunidades serranas, puedan tener una oportunidad de desarrollo económico, puesto que toda actividad productiva se deriva del poder utilizar el agua.

Para esto, y como nuevo miembro del Consejo Consultivo del Agua en el estado, creemos elemental establecer como otra estrategia dentro de la Ley de Aguas Nacionales, debe contar con lineamirntos claros, y con estimulos para todos los actores, en la búsqueda de lograr el objetivo.

Asimismo es indispensable comenzar una transición paulatina en el sector agropecuario en cuanto a la administración del agua, mediante la cual se combinen politicas públicas de fomento, como de restricción, y control, para de esa manera avanzar responsablemente con una cultura en la administración del recurso hídrico.

Pues pretender cambios de manera drástica o directa, nos generaría problemas y conflictos, que imposibilitarían avanzar en la optimización del vitál liquido, y en su defecto el desarrollo de estrategias que permitan concretar el derecho humano al agua, concluyó

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