Cada día se hace más evidente que MORENA y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, simularon estar en paz con la elección de Maru Campos como gobernadora de Chihuahua.
De otra manera no se explica cómo han dejado correr el berrinche de Juanca hasta estas alturas, manchando con impugnaciones la elección que curiosamente dejó muy satisfechos a los chihuahuenses.
Claro que las autoridades electorales, tanto el Instituto como el Tribunal, serán puestos a prueba al menos para encontrarles sentido al Juicio de Protección de Derechos Políticos y a la impugnación falsas acusaciones y la supuesta “intervención de terceros en la elección” del domingo 6 de junio.
La prueba es para que los asuntos se resuelvan en definitiva en Chihuahua, porque de llegar a la Sala Guadalajara o a la Sala Superior del Tribunal Electoral, las cosas tomarán otra dimensión.
Por lo pronto, el mal perdedor que es Juanca Loera, hará que el proceso se extienda aun contra la voluntad de los ciudadanos que ya tomaron su decisión en las urnas.
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Donde se está dando un intenso jaloneo, claro que solo mediático sin sustento legal, es en los procedimientos administrativos en contra del exgobernador César Duarte y una treintena de exfuncionarios a cargo de la Secretaría de la Función Pública estatal.
Resulta que el pasado fin de semana trascendió que la Suprema Corte ordenó a la Función Pública reponer 37 de esos procedimientos porque los armaron con una Ley General de Responsabilidades de los Servidores Públicos que perdió vigencia.
La defensa de Duarte de inmediato ocupó los titulares de los medios de comunicación locales y nacionales, afirmando que la Secretaría había perdido los casos.
Carnita pura para los medios que compraron la falsa noticia y le dedicaron páginas completas.
Lo interesante es que por más que se afane la Función Pública en aclarar el entuerto, mejor tendrá que hacerlo demostrando que tiene razón, que los casos no se han caído.
Estamos hablando de al menos 130 millones de pesos que podrían no ser recuperados.
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Si sin haber pandemia, los diputados brillan por su ausencia, ahora con sesiones virtuales se lucieron.
Alejandro Gloria del Partido Verde resultó de líder con 13 faltas injustificadas y 18 justificadas, es decir, 31 en las 134 sesiones realizadas en la Legislatura.
Le sigue Rubén Aguilar del Partido del Trabajo con 11 injustificadas. Luego Gustavo de la Rosa Hickerson de MORENA con 6 injustificadas y 15 justificadas (21 en total) y también Leticia Ochoa Martínez con 5 faltas.
Benjamín Carrera Chávez (también de MORENA), Francisco Humberto Chávez Herrera, Rosa Isela Gaytán Díaz y Jesús Valenciano del PAN con 4 faltas sin justificación.
El independiente Misael Maynez Cano también aparece en la lista con 3 faltas; Omar Bazán del PRI, Lourdes Valle de Morena y Luis Aguilar, de Acción Nacional, tienen una falta injustificada.
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El malpededor Juanca Loera encontró apoyo de la dirigencia nacional de MORENA y trajo a su compañero diputado federal Ulises García Soto, para pedir la remoción del dirigente estatal, Martín Chaparro.
No hallaban como, hasta que Chaparro declaró pública e institucionalmente, que apoyarían la gestión de la ganadora de la elección Maru Campos en el Gobierno del Estado.
Tal fue considerada una traición contra MORENA y de inmediato se armó todo un tinglado para exigir su renuncia.
No es la primera que sortea Chaparro, desde antes Loera ha buscado eliminarlo de la dirigencia y ahora si ya se le echó encima por completo.
