Con una inversión tripartita de más de 11 mdp puso en operación nuevamente el albergue que atiende a 120 estudiantes indígenas de la Sierra Tarahumara; fue devastado por un incendio en diciembre de 2018
La presidenta del DIF Estatal, Cinthia Aideé Chavira de Corral, en compañía del director de la Casa del Estudiante Indígena de Carichí, Jesús David Granados Rodríguez, y el alcalde Santos Cordero Rodelas, inauguró la reconstrucción del albergue con capacidad para 120 estudiantes.
De la mano de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac) y la Secretaría de Educación y Deporte (SEyD), en coordinación con la Presidencia Municipal, se invirtieron 11 millones 371 mil 980.40 pesos para la obra.
Para el equipamiento, se recabaron 245 mil pesos mediante un concierto a cargo del sacerdote jesuita Javier “El Pato” Ávila y su equipo de músicos, acompañados por la cantante chihuahuense Narce Dalia.
La realización del evento artístico fue apoyada en especie por cantantes y artistas plásticos, así como por la administración del Teatro de la Ciudad, en Chihuahua, que prestó las instalaciones.
Además, la Fundación Comunitaria de la Frontera Norte y el empresario Ismael Rodríguez hicieron una donación en efectivo, que se sumó a lo captado por la venta de boletos para asistir al concierto.
El DIF Estatal dio a conocer que la Iglesia de Todos los Santos y la compañía Intermex aportaron insumos como computadoras, impresoras y sillas para equipar el salón de cómputo, con un valor total de 114 mil 700 pesos.
Durante la ceremonia de reinauguración de la Casa del Estudiante Indígena, el alcalde de Carichí, Santos Cordero Rodelas, agradeció a nombre de las niñas y los niños de su comunidad, la solidaridad y el respaldo para la reconstrucción.
En su mensaje, instó a las personas encargadas de administrar el albergue, asegurar los mecanismos necesarios para aprovechar cada espacio, en beneficio de las y los estudiantes.
Bradley Unger Plett, consejero titular del Comité de la Zona Serrana de Fechac, comentó durante su participación que la Fundación que representa decidió invertir 3 millones 682 mil 849.87 pesos.
Se trata –agregó- de un recurso que “los empresarios han donado con cariño para estas comunidades, como una manera de invertir para un mejor estado y para la generación de oportunidades hacia las personas que más lo necesitan”.
A su vez, el sacerdote Javier Ávila dijo estar lleno de orgullo al saber que esta Casa del Estudiante será para “la gente más digna, que es el pueblo indígena, a la que hay que servirle 24 horas del día, con todo lo que tengamos y no con lo que nos sobra de la mesa del patrón”.
Señaló que las comunidades originarias deben ser las primeras destinatarias en todas las áreas, y “qué bueno que aunque fuera con un guitarrazo, se pudo hacer algo por ellas”.
Ruth González Cruz, alumna del 4to grado de preparatoria, en nombre de sus compañeras y compañeros agradeció a todas las personas que contribuyeron a la reconstrucción del albergue.
“Fue el pasado 30 de noviembre de 2018, que perdimos en un incendio nuestro segundo hogar, donde llegamos con la intención de estudiar”, expresó.
Cinthia Aideé Chavira de Corral destacó que estas es una obra en la que la voluntad se vio transformada en hechos palpables, que abrazan el potencial de las niñas y niños que ocupan este albergue, de donde han salido profesionistas orgullosos de su pueblo.
“Desde que visitamos este albergue, lo hicimos de la mano de sus autoridades y su director constatando que se tenían que realizar muchos arreglos y reparaciones. Con el tiempo les acompañamos en ese proceso, cambiando su cocina y áreas comunes, incluso su huerto escolar sufrió cambios gracias a la intervención de Teresita Fuentes Vélez, todo ello porque creíamos, como hoy seguimos creyendo, en los jóvenes que dejan a sus familias porque están apostando por ustedes mismos, por su preparación”, dijo.
Agregó que “por eso fue doloroso para nosotros que este espacio fuese víctima de un incendio, afortunadamente no hubo pérdidas humanas, y lo material se pudo reponer, no solo eso, sino que se pudo mejorar, gracias a la intervención de Fechac y de la mano de la Secretaría de Educación, junto con otras instancias que unieron sus brazos para apoyar al municipio de Carichí y resolver las necesidades de las niñas y los niños que ocupan este lugar”.
La reinauguración de la Casa del Estudiante es de vital importancia para las juventudes, pues a través de estas instalaciones se brinda la posibilidad de inclusión en la vida académica y laboral, lo cual conlleva un crecimiento tanto económico como personal para el individuo.
Al mismo tiempo, resuelve la problemática de la conectividad y acceso académico de las comunidades remotas de la Sierra, contribuyendo a que 50 estudiantes puedan seguir aprendiendo e incrementando sus aspiraciones académicas.