Guadalupe y Calvo, Chih.– El activista y líder ejidal Gonzalo Loera fue herido de gravedad a tiros en el poblado de Coloradas de los Chávez, municipio de Guadalupe y Calvo, en la zona sur del estado. Su esposa, Brenda Corral, y un acompañante murieron.
La Fiscalía General del Estado informó que el ataque contra Loera, presidente del comisariado ejidal de Coloradas de los Chávez, fue perpetrado la mañana del lunes cuando un grupo armado los emboscó. Gonzalo Loera fue trasladado a un hospital.
El ejido Coloradas de los Chávez se localiza en la región de Pino Gordo, municipio de Guadalupe y Calvo. En esa área se ubica también la comunidad de Coloradas de la Virgen, donde han sido asesinados al menos ocho personas, cinco de ellas son familiares del activista Julián Carrillo, quien también fue ultimado el 24 de octubre de 2018.
Después de este crimen, la mayoría de los habitantes del centro de Coloradas de la Virgen huyó.
El 5 de febrero de 2016, Víctor Carrillo, hijo de Julián, fue asesinado; el primero de julio de 2016 le ocurrió lo mismo a su sobrino, Guadalupe Carrillo; el primero de julio de 2017 fue ultimado Alberto Quiñones, otro sobrino, y el primero de julio de 2018, Francisco Chaparro, yerno de Julián.
Todas las muertes violentas en la zona se relacionan con la defensa del territorio y el medio ambiente que han emprendido comunidades rarámuris, que se oponen a grupos de talamontes.
Días antes del homicidio de Julián Carrillo, la comunidad de Choréachi, también en el municipio de Guadalupe y Calvo, representada por Alianza Sierra Madre, informó que un tribunal agrario en la Ciudad de México la reconoció como dueña de su territorio ancestral.