Con tanto júbilo se dio a conocer ayer que un juzgado federal de la Ciudad de México negó otro amparo más al exgobernador César Duarte, este contra la orden de aprehensión que lo tiene detenido en Miami y del proceso de extradición.
Fue tanto el gozo que hasta parece que si se hará realidad que pronto traerán al ballezano a que rinda cuentas a los chihuahuenses por el impúdico y grosero saqueo de las arcas del estado.
“El sexenio dorado” le llaman al mandato de Duarte, a que lo último que le sacaron es que tenía capilla propia en su rancho querido de El Saucito, con el sillón papal que usara Francisco en su visita a Juárez.
Ranchos, ganado, animales exóticos, minas y hasta hoteles, forman parte de la inconmensurable fortuna que amasó Duarte en seis años.
Pero como ‘la cabra tira al monte’, terminó vendiendo autopartes en varias ciudades de Estados Unidos y en uno de esos negocios fue atrapado.
Será cuestión de días, dicen en el Gobierno del Estado, para que se apruebe la tan ansiada extradición y entonces la película tomará otro cariz, ahora sí, el que dará pie a la sucesión en el estado.
¿Será?
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A propósito de juzgados y de reveses, el Gobiernos del Estado también anunció ayer con bombo y platillo que otro juzgado federal, pero este de Ciudad Juárez, les negó el amparo definitivo a la alcaldesa Maru Campos, a su secretario César Jáuregui y a los exdiputados María Ávila y Rodrigo de la Rosa.
Ahora sí, dicen, el Juez de Control local deberá realizar sin demora ni más pretextos, la audiencia para imputarles los cargos de cohecho a los mencionados, por los moches que afirman que recibieron del exgobernador.
Como sea, el juez que llevará el caso contra la alcaldesa decidió que fuera hasta el día 24 de febrero cuando se realice la audiencia y a menos que otra autoridad superior se lo ordene, no se hará antes.
El asunto es que el Estado está que truena por que el aplazamiento de la audiencia que logró con su estrategia de la defensa de Maru, hizo que reventara el asunto de las copias de los recibos presuntamente notariados por el fedatario No. 4.
Lo que no alcanzaron a ver desde el Palacio, es que la estrategia no era impedir la audiencia de imputación de cargos, sino simplemente de alargar el asunto lo más posible y no solo durante este año, sino quizá hasta el próximo.
Las negativas de amparo en primer instancia no es lo último, así que este asunto puede aún brincar a Colegiado e incluso hasta la Suprema Corte, es el caminito más largo que todos siguen.
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La aludida, Maru Campos, quien por cierto no baja en las encuestas a pesar de tanto golpeteo, cuestionó ayer en medios: ¿a qué le temen?
La temeraria acusación resonó fuertemente y por ello se dio todo el vuelo posible al amparo negado, porque como el asunto se litiga pero en los medios, es a una y una.
El asunto es que el odio, la animadversión, ya han sido rebasados por el miedo, según la candidata del PAN, ‘temen que llegue y descubra qué’.
Por cierto, la alcaldesa con licencia dijo algo que en Chihuahua ha pasado desapercibido, como es el hecho de que la imagen que se tiene del gobernador nivel nacional es muy distinta a lo local.
Precisamente ayer se difundió también una encuesta que coloca al mandatario chihuahuense en un último lugar de entre los gobernadores en cuanto a percepción ciudadana.
Pero bueno, entre los dimes y los diretes, la alcaldesa no deja pasar una y apenas le tiran una para cuando ya está contestando tumbando mitos y tótems.
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Se esperaba que el Instituto Estatal Electoral emitiera un posicionamiento para impedir que partidos y candidatos realizaran concentraciones masivas de personas para evitar los contagios de Covid, pero nada.
En cambio, publicó ‘el decálogo del voto’ pero solo haciendo responsable a los ciudadanos y eso hasta la hora de ir a votar el próximo 6 de junio.
La Secretaría de Salud había dicho que hablaría con la autoridad electoral para plantear el asunto de las reuniones proselitistas ante el aumento de contagios, pero, o no lo hizo o el IEE se hizo pato.
El asunto es que aunque las campañas inicien hasta abril, los partidos y los candidatos siguen realizando actividades que concentran a muchas personas, desoyendo las medidas sanitarias mínimas básicas para evitar contagios.
En cambio, el IEE solo emitió el ‘decálogo’ para el voto, pidiendo que cada votante lleve su propio marcador, mantener la sana distancia, utilizar cubrebocas y caretas de protección del rostro, gel antibacterial antes y después de usar la casilla entre otras, que no se duda que sean buenas.
Pero nada les costaba añadir una línea que indicara que se castigará con pérdida de registro al candidato que irresponsable y criminalmente propague el mortal virus entre sus simpatizantes en reuniones masivas.
En breve, las consecuencias de esos actos irresponsables comenzarán a saturar los hospitales.
