Alrededor de 300 armas blancas de diferentes tipos, aseguradas a ciudadanos en distintos hechos, serán destruidas por la Dirección de Seguridad Pública Municipal a fin de evitar que regresen a manos de infractores o delincuentes y sean mal utilizadas en las calles de la ciudad y evitar así posibles delitos.
La dependencia policial realiza este tipo de acciones una vez que se haya asegurado cantidad considerable de este tipo de objetos, mismos que son asegurados en riñas, amenazas, robos o bien cuando se detectan personas que las portan sin comprobar que se les de buen uso o sean herramientas de trabajo, lo que constituye tanto una falta administrativa que amerita la detención del portador y el aseguramiento del arma.
Si bien algunas pueden ser permitidas y se admite su uso en diversas labores, en manos de delincuentes que las utilizan de manera equivocada, pueden ser letales pues por arma blanca se consideran puntas hechizas, seguetas afiladas, varillas puntiagudas además de las utilizadas comúnmente como navajas, cuchillos, dagas, machetes, boxers u otros.
Los objetos se concentran en el área de Evidencias, de donde son enviados a un centro de compra venta de chatarra para destruirlas y el producto de la venta se destina al apoyo de albergues. En marzo del año pasado se destruyeron ya más de 200 armas blancas.
En esta ocasión se encuentran recopiladas cerca de 300 armas blancas como a continuación se describen: 149 cuchillos de cocina de diversos tamaños, 78 navajas de bolsillo, 19 machetes, 11 armas o puntas hechizas, 11 boxers, 8 dagas, 9 picahielos y una hoz de tipo agrícola.
La destrucción de armas blancas que no son requeridas como evidencia de algún ilícito, ante el Ministerio Público, debe realizarse conforme a lo establecido en las directivas que contempla el proceso de certificación de la DSPM. El producto que genera la entrega de las armas como metal en la chatarrera ya mencionada, se destina al apoyo de organizaciones de apoyo a la sociedad, como albergues.