-Expresó el empresario parralense en el marco de una nueva audiencia donde señala irregularidades grave en el proceso en su contra
El empresario Otto Valles Baca, que este viernes enfrenta una audiencia más, dentro del proceso que se le sigue por el presunto delito de peculado, dijo que su pecado para estar tras las rejas, fue organizar un evento para festejar a las madres de Parral y la región, evento al que asistieron personajes que resultan incómodos a la administración estatal.
A través de una carta que hizo llegar por medio de su familia, Valles Baca, recordó que el año pasado cuando se organizaba el evento, se solicitó tanto a la autoridad municipal como a la estatal, los espacios del Gimnasio Parral, primeramente, el cual en un principio se autorizó y después se dio marcha atrás. Posteriormente, se solicitó el estadio de Béisbol Parral al Comité Estatal de Béisbol y tras haber aprobado la solicitud, también fue cancelada.
Ante estas negativas, se buscaron espacios particulares pero con ello vino la amenaza de que el evento sería cancelado con el uso de Protección Civil Municipal. Había en resumen, una completa negativa tanto del municipio como del estado para la realización del evento cuyo fin era cumplir un compromiso con las madres de Parral y la región, de festejarlas se ganara o no la candidatura a la Diputación federal por la cual contendí por el Partido Verde.
Ante estas negativas, sin embargo, se logró la autorización para ocupar un espacio federal y el evento al que asistieron más de 4 mil madres se pudo realizar en los campos deportivos del 76 Batallón de Infantería.
Otto Valles, dijo que las hostilidades y la persecución en su contra, que habían cesado pasada la elección del 2018, se recrudecieron hasta llegar a su detención y privación de la libertad el pasado mes de diciembre.
A partir de ahí, señaló, “se han venido violando de manera sistemática mis derechos. Se me acusa de un delito que no es imputable a quien no ha sido funcionario público, como es el peculado y que aún siendo funcionario no es un delito grave que amerite la prisión preventiva”.
Chihuahua atraviesa, mencionó, por un momento muy delicado, en el que la división de poderes no existe, hay un solo poder que acusa, enjuicia y sentencia. Ese poder es el que ejerce el gobernador Javier Corral, quien además primero hace escarnio público de las personas antes de que la Ley señale si son culpables o inocentes.
Ante este escenario, abundó Valles Baca, en Chihuahua no hay garantía de imparcialidad en la aplicación de la Ley sino más bien prevalece la noción de que la venganza es justicia, que la Ley es prescindible, los derechos un estorbo y el capricho del poderoso lo único que debe prevalecer.
Empero, advirtió, quienes han actuado sometidos a este capricho, me refiero a ministerios públicos y jueces, más temprano que tarde tendrán que enfrentarse a las consecuencias de sus actos, en un contexto en el que ante la debacle de su ordenador, quedarán en el desamparo y sin el manto de impunidad que hoy les ofrece, para enfrentarse la Ley y la verdadera procuración de justicia.
Su forma de torcer la Ley, ya cobró una vida, que no deberá quedar impune, como tampoco la violación sistemática a los derechos de quienes enfrentamos la venganza en lo que se ha convertido la mal llamada Justicia para Chihuahua, remató el empresario.