• Previene contra muchas enfermedades, entre ellas el COVID-19
• Existen cuatro etapas de este alimento: calostro, de transición, madura y del “destete”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace referencia a que la emergencia sanitaria por COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de abogar por la lactancia materna como una intervención de salud pública que salva vidas, previene infecciones y enfermedades en la población en general.
Lo anterior lo dio a conocer la coordinadora de Salud Pública en la Oficina de Representación Chihuahua del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), doctora Brenda Ramírez Vega.
La epidemióloga detalló que la lactancia materna exclusiva tiene beneficios muy importantes en la salud del recién nacido, por ello, las madres y los bebés deben tratar de permanecer juntos desde el nacimiento y practicar el contacto piel a piel, también conocido como “método de madres canguro”, ya que permitirá mayor producción de leche.
Explicó que los principales componentes de la leche materna son: agua, carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales, nutrientes esenciales en los primeros días de vida.
“La leche es producida por las glándulas mamarias de todas las mujeres que están en periodo de lactancia y conforme avanzan los días va cambiando de propiedades. Existen cuatro formas diferentes de leche materna: calostro, leche de transición, leche madura y leche del destete”, señaló.
Añadió que el calostro es producido los primeros tres a cuatro días después del parto; consiste en un líquido espeso, color amarillo y sabor salado.
La leche de transición es la del cuarto al día 15 después del parto, periodo en el cual se incrementa la producción de leche materna, hasta llegar a la etapa madura; en ésta contiene nutrientes similares a los del calostro, sólo que ya toma un color blanco, indicó.
La leche madura, dijo, tiene variaciones de nutrientes directamente relacionadas con las necesidades del niño, como calcio, fósforo y de proteínas.
La del destete, que es la que se produce posterior al sexto mes, cuando se introducen otros alimentos a la dieta del infante, el volumen de leche materna va en disminución, ya que el niño tendrá menos hambre, por lo tanto va a succionar menos y con ello habrá menos estimulación para la producción.
Este tipo de leche posee cantidades mayores de proteína, sodio y hierro, mientras que se conserva la cantidad de grasas, calcio y de compuestos que protegen el sistema inmune del lactante, agregó.
Ramírez Vega hizo hincapié en que “para que un recién nacido, tenga una buena nutrición por medio de la lactancia materna exclusiva y a libre demanda, es necesario que la madre lleve una dieta que cubra los requerimientos nutricionales, siendo ésta balanceada y saludable”.
El IMSS, comprometido con el bienestar de las madres y la infancia, invita a las mujeres en puerperio a acudir a los módulos PrevenIMSS, ubicados en todas las Unidades de Medicina Familiar (UMF), en los cuales personal de enfermería ofrece a las derechohabientes información y orientación sobre temas como lactancia materna y nutrición saludable.
También pueden visitar las páginas oficiales en redes sociales, donde se comparten constantemente capacitaciones sobre lactancia materna.