Columnas

Patria y Heroísmo

Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes es la definición que da el diccionario académico al concepto de héroe.

Héroe es quien al combatir arriesga su vida, como lo dice Joseph Campbell, es un modo de ponerse al servicio de los demás.

Hugo Francisco Bauzá lo define como alguien que ha dado su vida por algo más grande que él mismo.

Y es aquí donde vale la pena preguntar ¿Qué es más valioso que uno mismo?

Nuestra Patria, representante de todo lo querido por un conjunto de seres humanos que comparten diversos valores es y será defendida a capa y espada porque representa un valor histórico para una gran cantidad de hombres, como el hombre que defiende a su familia y hogar.

Aún en nuestros tiempos, con los múltiples tratados internaciones, organismos de naciones, iniciativas para la paz, pactos, acuerdos y estrategias de armonía, los países siguen invirtiendo una gran cantidad de dinero para el equipamiento y armamento de sus fuerzas armadas, precisamente para la defensa de su territorio.

San Pablo enseñó en su momento que se debe imitar a Dios al tener el sentimiento patriótico que Él tuvo cuando se fue acercando a Jerusalén y lloró por ella. La patria como hogar es algo de lo que no se puede separar.

Marcelo Luis Breide, menciona que si se analiza el acto desde el punto de vista de la Filosofía del Derecho, se puede decir que amar a la patria hasta morir en su defensa es un acto de justicia legal.

La historia como buena consejera, es testigo de innumerables actos de heroísmo, ese momento supremo donde se puede enderezar todo el mal de una vida por darse a una idea, un principio o una obra justa que demande el acto más importante, el ofrecimiento de una vida por una causa noble.

Ya en 1847 México se encontraba en una complicada situación con las intenciones de expansión de las 13 colonias de los Estados Unidos.

Luego de una campaña militar del vecino país al interior de México y algunos actos que para muchos tiene que ver con cobardía o traición de Antonio López de Santa Anna y los planes de años anteriores de Roberto Poinsett con quedarse con parte del territorio nacional, se presenta la contraparte con Nicolás Bravo al mando de 200 soldados y cadetes del Colegio Militar que defendieron ante un ejército superior en número uno de los últimos puntos clave para la defensa de la capital; el Castillo de Chapultepec.

En ocasiones, la historia es injusta con la heroicidad, fueron muchos los jóvenes que dieron la vida por su patria en aquel 13 de septiembre y recordamos solamente cuando mucho seis de ellos; Juan de la Barrera, Juan Escutia, Vicente Suarez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar y Francisco Márquez.

Con tan pocos años vividos, éstos jóvenes dieron muestra de lo adquirido en aquel colegio, donde se enseñaba no solamente a vivir por algo más grande que la propia vida, sino también a estar dispuestos a entregarse mediante el sacrificio supremo por eso que es más grande y se conoce como Patria.

Otro ejemplo de lo anterior lo encontramos en el heroico Batallón de San Patricio, conformado en su mayoría por irlandeses que en su momento entendieron la realidad de la situación y del ejército al que servían, lo que movió a cambiarse de bando y pelear en apoyo a una nación que compartía sus ideales pero sobre todo su religión.

No sólo John Riley y sus “San Patricios” ni únicamente los jóvenes cadetes del Colegio Militar han sido los que han defendido a su patria. Son muchos y seguirá el semillero de héroes anónimos que buscarán dar lo mejor para el beneficio de muchos.

La vida es en ocasiones injusta, pero la historia no perdona y tarda en debelar la verdad pero la muestra como es,  y no importa que los Iscariotes de la patria o los pusilánimes y mediocres quieran aminorar los actos honorables con mentiras, porque finalmente la verdad siempre saldrá a flote.

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