Más de 5 mil 300 muertos en México por la pandemia, 105 en Chihuahua y más de 51 mil 600 en la República, indican una realidad muy distinta a la que pinta Andrés Manuel López Obrador, quien declaró irresponsablemente: “estoy a punto de declarar la nueva normalidad en todo el país”.
Ayer de hecho se declaró el inicio de la reapertura económica y social, al mismo tiempo que el responsable de la pandemia en México, Hugo López Gatell, señaló que estamos en la fase más drástica de la pandemia, con más de 2 mil casos en un solo día.
En Chihuahua, las autoridades se sujetaron al decreto federal pero llevarán la reapertura hasta el primero de junio.
Las mineras y otras industrias serán las primeras, pero no a partir de ayer como dijo López Obrador, sino comenzarán a prepararse para la reapertura en forma paulatina y hasta que garanticen que no pondrán en riesgo a su personal y que tampoco serán focos de rebrote de la letal enfermedad.
El asunto aquí es que la irresponsabilidad del presidente que a pesar de ver que siguen muriendo miles, está empecinado en reabrir y eso sin duda provocará conflictos sociales con las autoridades locales.
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Hablando de situaciones críticas, el gremio de fotógrafos, más conocidos como ‘moneros’, de esos que cubren eventos sociales para las fotos del recuerdo, acudieron en busca de ayuda al Palacio de Gobierno.
Este Fisgón ya ha advertido que diversos grupos de la sociedad, a los que no se les ha considerado en ninguna clase de apoyos para soportar la cuarentena, comenzarán a salir a protestar.
La semana pasada hubo otros y se trata de los “sin grupo”, sin dirigentes visibles o al menos conocidos, es decir, lo que no entran en ningún padrón de beneficiarios de ninguna dependencia ni de ningún partido político.
Estos grupos sociales que forman el otro rostro de Chihuahua no tarda en hacerse notar y entonces las autoridades se verán en aprietos, porque no han sido considerados al no constituir dividendo y no tendrán dinero para atenderlos.
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Una supuesta iniciativa de ley que empoderaría y daría súper poderes al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, dominó las redes sociales y desplegó un gran temor en todo el país.
La supuesta iniciativa dice que el Inegi podría “medir” la concentración de riqueza en el país, con poder para auditar propiedades e incluso viviendas ante una simple sospecha.
Además, que el Servicio de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda, estaría obligado a darle la información al Inegi para ir contabilizando cuánto tiene cada quien.
Esta vez no solo los ricos temblaron, sino todo mundo.
En principio el asunto suena totalmente inverosímil, porque el Inegi es un simple recopilador de información de buena fe, pero la gente cree lo que quiere creer.
Así que para salir de dudas, los medios de comunicación acudieron al Senado de la República, que es donde recaería una iniciativa de esta naturaleza por tratarse de asuntos constitucionales.
Ahí, el líder de la fracción mayoritaria, es decir Morena, Ricardo Monrreal, negó que existiera tal iniciativa y afirmó que de haberla se va a actuar con responsabilidad política y con prudencia.
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Aunque no fue revelado el monto, el Gobierno Federal adjudicó sin empacho alguno, sin licitación y de manera directa, brincándose todas las leyes en la materia, un tramo más del caprichoso “Tren Maya” en un tramo nada menos que de 257 kilómetros.
La gran beneficiaria es la empresa constructora mexicana ICA y como no hay licitación ni nada, primero le otorgaron la obra y luego “hay daremos los detalles”, dijo el Gobierno Federal.
Nada más les faltó decir “ahí cuando afinemos el contrato para que nadie pierda”.
De acuerdo con el Anexo Técnico de la Obra, se construirán aproximadamente mil 460 kilómetros de vías férreas en la Península de Yucatán que interconectará a los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
Lo que asombra es que nadie puede reclamar la falta de transparencia en el caprichoso Tren Maya, porque todo lo han hecho, sí de espaldas a la ley, pero de cara a la sociedad, a quien han dado la información paso a paso del jugoso contrato.
