Curiosamente, la gente quiere andar y ver a los médicos con trajes especiales, cubrebocas y que se declare el estado de sitio, a pesar de que el coronavirus apenas si ha rozado al estado.
La gente quiere ver muertos como en la tele y que el Ejército ande por las calles entregando insumos y máscaras antigases.
Los medios de comunicación no se conforman con las cifras y las declaraciones oficiales y dan vuelo a videos que encuentran en redes sociales para cuestionar la veracidad a las autoridades.
Las explicaciones no sirven de nada. En los supermercados comienza a faltar la mercancía y la que existe, se encarece rápidamente.
Es una lucha contra el tiempo, contra una realidad que quiere ver la gente y la que oficialmente existe. Lo peor es que se sigue insistiendo que apenas viene lo peor.
Mientras tanto, en México, la Pandemia ya cobró 20 vidas, mientras que 993 personas han dado positivo al coronavirus y hay 2 mil 564 casos sospechosos.
Las cifras comienzan a alarmar, aunque las autoridades insisten en que así estaba previsto por la gravedad de la pandemia y la mortalidad del nuevo virus que afecta prácticamente a todo el mundo.
En Chihuahua la situación sigue siendo menor, afortunadamente. Desde el lunes pasado eran seis y siguen siendo los mismos casos confirmados, cuatro en Juárez y dos en la capital, a pesar de que estamos rodeados por estados con alta incidencia.
Si aumentó el número de sospechosos, pero apenas a 13. Sin embargo, los medios de comunicación, haciendo réplica de cuando aparece en redes sociales, afirman que hay muchos más, incluyendo a niños.
La realidad es que cuando, si es como dicen, nos alcance la Pandemia, no habrá espacio en los medios de comunicación para reportar algo similar a lo que ocurre en Estados Unidos, Italia y otros países altamente afectados, con miles y miles de muertos.
Por eso, este Fisgón hace réplica únicamente el llamado esencial: ¡quédate en casa! Si no tienes necesidad de ir a contagiarte.
Y que Dios nos bendiga.
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Luego de saludar de mano a la mamá de El Chapo Guzmán, allá en Badiraguato, Sinaloa, y en medio de su paranoia, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que los conservadores quieren verlo encerrado en su casa “!para ellos gobernar”!
Así es, en la paranoia que desarrolló en los últimos meses, el presidente de México no hace sino ver moros con tranchete y lejos de hacer caso a las indicaciones de las autoridades de Salud, de suspender las giras, los encuentros masivos, los saludos de manos, el muy… se cree inmune.
Pero, qué esperar de un presidente que acaba de confesar que cree que los muertos hablan, no directamente a él, como dijo su compota Nicolás Maduro, el loco presidente de Venezuela cuando reveló que el fallecido Hugo Chávez se le apareció en forma de pajarito y le dio consejos.
Recientemente, al visitar la tierra de Lázaro Cárdenas, expresó que al igual que Francisco I. Madero, Tata-Lázaro recibía mensajes de ancestros que le indican qué hacer, ¡acabáramos!
Lo dijo con tal vehemencia que hizo creer a los habitantes de Jiquilpan, Michoacán, que era cierto que hablaban con los muertos. Para enderezar su comentario, dijo que así estaba escrito y se podía checar en las bibliotecas.
Pero ahora, como decíamos, luego de saludar a la mamá de El Chapo Guzmán, en Sinaloa, el presidente dijo que continuará sus actividades porque los que llama “conservadores” quieren que se aísle para tomar el control político del país.
Está convencido de que si deja de trabajar pierde “su poder”. Lo que quieren es que me aísle, imagínense, no habría conducción, oh, sí, habría la conducción de ellos porque en la política no hay vacíos de poder, los vacíos se llenan y eso es lo que quieren para apoderarse de la conducción política del país de manera irresponsable”.
Con ello, confirma una vez más que no cree ni respeta las instituciones. Como si nada más fuera un quítate tú para ponerme yo, en México.
En fin, cada que este fisgón escucha a El Peje, se acuerda de aquel fantástico, o mejor dicho, fantasioso Abdalá Jaime Bucaram Ortiz, el loquito aquél que destrozó a Ecuador en el escaso tiempo que duró de presidente.
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Para bien o para mal, tanto la alcadesa capitalina, María Eugenia Campos Galván, como el gobernador Javier Corral Jurado, cancelaron todos los eventos públicos que tenían en agenda desde tiempo atrás.
Se conoce que solo atenderán reuniones internas y privadas, aquellas que tienen que ver con la contingencia del coronavirus y las de planeación para salir de la crisis económica que, apenas comenzará a resentirse.
Hasta el momento, ambos políticos se han conducido atinadamente en la crisis de salud con acciones a tiempo, más adelantada Maru que Corral, pero ambos con acciones atinadas.
Ojalá ambos mantengan la ecuanimidad para que la crisis pase pronto por Chihuahua.