Los hechos sangrientos acontecidos con mayor énfasis en no más de 10 estados de país, han permitido que los medios de comunicación divulguen noticias y reportajes con amplio trabajo de investigación en los cuales se precisan detalles, clasificación por delitos, personas, lugares, fechas, edades y demás pormenores.
En lo que va del presente año, los cabezales de diversos medios informativos, están en el sentido de: Secuestros, niñas desaparecidas, robos de vehículos con violencia, homicidios de mujeres ligados al narco, crece asesinatos contra menores de edad, doblegan narcos al Gobierno federal, abusos sexuales contra jóvenes e infantes; masacrados en Chihuahua, Juárez, Madera, Cuauhtémoc, la Sierra…; policías infiltrados, policías torturadores, policías asesinados; crece consumo de drogas entre jóvenes e infantes; Chihuahua entre los primeros lugares de delitos de alto impacto; divorcios por causa de las redes sociales, y bueno, pero también hay noticias menos alarmantes que al leerlas generan un menor estrés ciudadano, como son: se secan los árboles de los parques y camellones; parques en el olvido; no recogen la basura en la ciudad, calles llenas de hoyos, casas abandonadas convertidas en nido de malvivientes; descuidado el primer cuadro de la ciudad, la ciudad de los baches, lámparas sin reparar, etc…..
El hecho es que, desafortunadamente, la capacidad de asombro entre personas de cualquier edad, se ha ido perdiendo. La gente tiende a reaccionar de manera agresiva frente a situaciones que los confronta. Las violaciones a la Ley de Tránsito y al Reglamento de Justicia Cívica, son claros ejemplos de este enojo y malestar. No se justifican, sin embargo la autoridad es mera espectadora. Los manifestantes cierran calles, toman edificios, pintan los monumentos históricos, dañan los inmuebles que guardan nuestra esencia; y agreden a cuanta persona se les pone en frente.
En el estado de Chihuahua la Ley pasa desapercibida y los delitos han ido en aumento. Las condiciones de seguridad social están rebasadas frente a una autoridad gubernamental que ha invertido cantidades alarmantes de dinero para fortalecer a las policías estatal y municipales con vehículos, chalecos antibalas, armamento, alta tecnología como cámaras de videos y rastreadores…. Y así, un sinfín de equipo de combate.
Sin embargo nuestra entidad permanece entre las principales de la República Mexicana como las de mayores índices delictivos, asesinatos, violaciones a mujeres y niñas, secuestros, homicidios, extorciones y vaya, todos aquellos mayormente clasificados entre la violencia y la delincuencia.
La preocupación ciudadana y su malestar, siguen vigentes. La gente tiene temor a los asaltos, robos, asesinatos…. La delincuencia es un factor que los gobiernos de los tres niveles no han sabido enfrentar, por más cámaras de seguridad, mambas, antimotines, tanquetas, blindados y demás; no serán suficientes sino existe una real estrategia de combate, pero, ojo, “compromiso desde adentro”.