Columnas

Ninguna derrota es para siempre


Por: Antonio Domínguez

La pasada, no es la primera derrota que ha tenido el PRI. Hubo dos en la presidencial, con los panistas Fox y Calderón. Además, ha existido alternancia en prácticamente todos los Estados. Sin embargo, lo que pasó en Chihuahua, es un fiel diagnóstico del malestar social hacia los partidos políticos, y sobre todo lo que significa para el ciudadano común el tricolor.
Las adversidades políticas no deben ser motivo de análisis muy largos. Es como los duelos en las personas: si se prolongan de más, se vuelven trauma. Así que si realmente quieren regresar al ruedo, los priístas requerirán ponerse a trabajar desde los más básico e indispensable; una reconciliación social, es decir, demostrarle a la gente que son útiles y, por otra parte, respetar a la militancia.
En la democracia se gana y se pierde; pero ningún revés, ni ningún triunfo son para siempre… a no ser que se cometan los mismos errores. Lo que queda del PRI debe entender que ya no son lo que era, el partido del poder.
Es mi opinión, mi punto de vista

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *