“El último presidente que apareció en la boleta fue Porfirio Díaz. Esto huele a reelección”, gritó el senador Gustavo Madero desde la tribuna durante la discusión de la figura de Revocación de Mandato que permite a los ciudadanos decidir si el Presidente de la República deja su cargo a la mitad de su sexenio.
Hoy el Senado aprobó en los general cambios constitucionales con 98 votos a favor, 22 en contra y una abstención; posteriormente, se aprobó en lo particular con 90 votos a favor, 22 en contra y 0 abstenciones.
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El dictamen logró la mayoría calificada que se necesitaba después de semanas de una discusión entre PRI, PAN, MC y PRD con el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, y que se aceptaran candados como que sólo los ciudadanos pudieran pedir la revocación y que no coincidiera con las elecciones intermedias.
Sin embargo, la discusión en la Cámara alta sacó a relucir temas como la consulta de Jaime Bonilla, la promesa de Andrés Manuel López Obrador de no reelegirse, y tras posponerse varios días de que fuera llevada al pleno se logró que algunos legisladores votaran de forma diferenciada y no en bloque con sus bancadas.
La postura del Partido Acción Nacional (PAN) fue en contra, aunque Damián Zepeda y Xóchitl Gálvez votaron a favor. Mientras, la senadora Alejandra León, del PT, lo hizo en contra por considerar que en Baja California, “no se están cumpliendo las reglas del juego”.
En su intervención, Madero denunció, reprochó y realizó comparaciones con Venezuela, Cuba y Bolivia:
“La revocación es un peldaño más de su andamiaje autoritario, en ruta, alineado con modelos como Cuba, Bolivia, Venezuela. Esto provoca más miedo que confianza. A unos los han doblegado, pero como grupo seguiremos desenmascarando su demagogia. Hay muchos cándidos que le compran sus tretas. Que no haya ilusos para que no haya desilusionados”, remarcó.