En su último informe del empleo y aunque no le guste para nada al presidente Andrés Manuel, el Instituto Mexicano del Seguro Social informó durante el mes de agosto se crearon apenas 36 mil 631 empleos formales en todo el país.
Eso significa una disminución de 68% en nuevos puestos de trabajo respecto de mismo mes del año pasado que registró 114 mil 189 plazas.
La caída del empleo formal en julio fue de 69%, es decir, que la recuperación casi imperceptible fue de 0.18% entre julio y agosto, pero muy por debajo respecto a lo del año pasado.
En su reporte mensual, el IMSS informó que en agosto se crearon 47 mil 630 puestos de trabajo permanentes, pero se perdieron 10 mil 999 plazas eventuales, por lo que el saldo neto de creación de empleo fue de 36 mil 631 puestos.
Es la cifra más baja para un mismo mes desde la crisis de 2009, pero con la diferencia de que ahora no hay crisis, ni recesión, ni estancamiento, bueno, al menos por “los otros datos” que tiene el presidente Andrés Manuel.
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Como ejemplo de la desventurada situación económica que campea por el país, en Chihuahua y Ciudad Juárez, que son dos de las ciudades con mayor número de plantas de manufactura o maquiladoras, como comúnmente se les conoce, la pérdida de empleos sigue aumentando.
Según la firma Manpower, Juárez y Chihuahua tuvieron niveles de contratación al 7 y 6%, respectivamente, lo que se considera dentro de los niveles más bajos no registrados desde el año 2009 cuando hubo una crisis financiera mundial.
Ambas cifras quedan además por debajo de la media nacional proyectada, que fue de un 8% de contrataciones.
El desánimo comienza a apoderarse de los emprendedores y empresarios y con lo que viene en el Presupuesto Federal para el 2020, los augurios son de que el mercado del trabajo seguirá retrayéndose.
Sin embargo, la industria maquiladora del estado afirma que las expectativas de recuperación para el año próximo son alentadoras, ojalá y sus mediciones económica-científicas no se equivoquen.
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Por cierto que entre los reclamos, uno de los únicos dos gobernadores levantaron la voz en contra del Presupuesto de Egresos del Gobierno de México para el 2020, Javier Corral, le bajó al tono, aunque mantuvo firme la exigencia de revisar el Pacto de Coordinación Fiscal.
En una larga conferencia de prensa ayer en Palacio de Gobierno, ya no abundó tanto sobre la advertencia de que Chihuahua se descoordinaría o deslindaría del Pacto Fiscal en caso de que se mantenga el castigo en las participaciones federales para este estado.
Corral intenta privilegiar el diálogo y el debate para que se convoque a una Convención Nacional Hacendaria, en la cual ya tiene mucho camino recorrido, pero sin encontrar eco en el Gabinete Presidencial.
Es indiscutible que tendrán que cambiar las reglas. A Chihuahua le recortan por ahí de mil o mil 200 millones de pesos, más lo que acumule, pero el problema son los moches en los programas que generan inversión, empleos y derrama económica.
El otro grave recorte es el presupuesto para el agro chihuahuense, donde le están destinando apenas unos 70 millones de pesos, lo que no alcanzará ni para la siembra.
Lo interesante es que Corral prendió la mecha con la declaración de independizarse de la Federación en materia fiscal, lo que es carnita fresca para cualquier medio de comunicación, pero los enfrío con cifras y más cifras de los recortes.
Falta que vaya a la Ciudad de México a tocar puertas y a ver con qué le salen.
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Aunque se declaran “legalmente constituidos”, los diputados que apoyan la elección de Rubén Aguilar como presidente de la Junta de Coordinación Política no tienen la sartén por el mango, lo que hace que se recrudezca la pugna al interior del Congreso.
El meollo de todo está en el voto del diputado Misael Máynez, ya que en la indefinición por parte del Congreso del Estado para declararse hacia los derechos políticos de los integrantes de esta fracción cuando su partido, el PES, perdió el registro oficialmente.
Ayer este Fisgón adelantaba que las fracciones legislativas tendrán que dar paso a la negociación, puesto que vienen iniciativas de ley que demandarán su atención absoluta, la más delicada, es la del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos del Estado de Chihuahua.
Pero tampoco es cuestión de aritmética, como dicen los morenistas, pavemistas y petistas, sino de lo que establece la ley en la vida interna del Congreso del Estado.
