El pasado 13 de junio, se registró ante el Congreso del Estado de Coahuila, el Licenciado Miguel Ángel Hernández Muñiz como aspirante a ocupar la presidencia de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Coahuila.
El profesionista en mención, tiene la experiencia de haber sido coordinador de la oficina foránea de la CNDH en la ciudad de Torreón, Coahuila; Director y Visitador General de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado, lo cual destaca un perfil fuerte en la carrera por la designación de su titular.
En su registro señaló que aspira a dirigir la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Coahuila, toda vez que ésta institución debe convertirse en un pilar fundamental que garantice la protección de los derechos humanos de la población frente a los excesos y abusos del poder.
“Los derechos humanos son intrínsecos al hombre y no surgen por una concesión política, por ello la labor de la Comisión debe garantizar su protección y promoción, con base en los principios que rigen su actuación”.
Manifestó tener la convicción y energía para impulsar la transformación de esta importante institución, convencido de que se puede mejorar mediante una reingeniería interna basada en mecanismos de mejora continua y evaluación permanente que impulsen en su funcionamiento criterios de calidad, profesionalismo y eficiencia en el servicio que se le debe prestar a la población que requiere de la intervención de éste organismo público autónomo.
“La Comisión es un pilar fundamental en el esquema jurídico, político y social de los derechos humanos, por ello debemos apostar al fortalecimiento de su autonomía e independencia constitucional en términos formales y materiales. Porque el estado constitucional moderno, debe entender que los poderes públicos emanan del pueblo y se instituyen en beneficio de éste”
Puntualizó que es tiempo de poner al ciudadano y sus causas como centro y eje rector de la actividad de esa institución, impulsando acciones que lleven a la Comisión a cada región del Estado de Coahuila, para promover, divulgar y proteger los derechos humanos de su población, estableciendo acciones prioritarias y polígonos de vulnerabilidad en materia de derechos humanos para su puntual atención.
Toda vez que a diario estas violaciones se materializan en personas con nombre y apellido, que sufren o padecen individualmente en materia de salud, procuración de justicia, seguridad y legalidad, entre otras. Así como las violaciones colectivas que se presentan en diferentes regiones del estado de Coahuila y requieren de inmediata atención y urgente intervención por parte de este organismo protector de derechos humanos, como lo es el caso de la Comarca Lagunera, en materia de agua y saneamiento; situación que debe impulsar su inmediata intervención por tratarse de un violación sistemática y colectiva al derecho humano al agua y saneamiento en los municipios de San Pedro, Francisco I. Madero, Matamoros y Torreón, con consecuencias fatales para algunos de sus habitantes, ya que en la actualidad no se garantiza las condiciones de calidad, cantidad y frecuencia en el suministro del vital líquido, en detrimento de la población.
“Basta recorrer algunos kilómetros para encontrar en municipios de la región, comunidades sin acceso a agua potable, hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos y personas con discapacidad convertidos en grupos vulnerables, por la incapacidad del Estado Mexicano para garantizar elementos mínimos de acceso y satisfacción en el ejercicio del derecho al agua, y asegurar su goce en virtud de su reconocimiento constitucional ”.
Tratándose de derechos humanos, es indispensable establecer una agenda pública incluyente, para atender con urgencia y profesionalismo los temas de personas desaparecidos y los derechos de las víctimas, libertad de expresión, defensores de Derechos Humanos, violencia hacia las mujeres, atención a personas con discapacidad, grupos vulnerables, los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales entre otros.
Finalmente, el licenciado Miguel Ángel Hernández Muñiz, expresó “que los derechos de las personas, no son un acto de generosidad del Estado; su exigencia y cumplimiento es indispensable en el fortalecimiento de la vida institucional y crea lazos de confianza y gobernabilidad con la sociedad. Por ello planteo el fortalecimiento de la Comisión de los Derechos Humanos apostándole a su esencia, es decir, autonomía e independencia; sin vínculos o anclas que la limiten a partir de la designación conveniente de su titular”.