● La incidencia es de 40 casos por cada 100 mil habitantes, de ahí la importancia de su atención temprana
● IMSS recomienda asistir a Unidades de Medicina Familiar para atender síntomas como acidez, reflujo, gastritis, colitis, distensión abdominal, pérdida de peso o sangrado gástrico
La ingesta de fibra, líquidos suficientes en la dieta, evitar el consumo de alimentos copiosos, irritantes, tabaco y alcohol nos ayuda a disminuir los riesgos de padecer cáncer gastrointestinal, aseguró el doctor Joel Corrales Valadez, coordinador de Programas Médicos de la División de Hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Recomendó acudir a las Unidades de Medicina Familiar a las personas que tengan síntomas como acidez, reflujo, gastritis, colitis, distensión abdominal, pérdida de peso, sangrado gástrico o sangre oculta en las heces, a fin de prevenir este padecimiento.
El especialista del IMSS comentó que la carga genética, el tabaquismo, la obesidad o el reflujo gastroesofágico son factores de riesgo para padecer cáncer gastrointestinal y la incidencia es de 40 casos por cada 100 mil habitantes.
Explicó que esta enfermedad es un problema tumoral maligno que ocurre en el aparato digestivo, entre los más comunes están: cáncer gástrico, cáncer de esófago, cáncer de hígado, adenocarcinoma de vías biliares y cáncer de colon.
Tan solo por estos padecimientos, dijo, el Seguro Social otorga al año 1 millón 166 mil 974 consultas, agregó.
Corrales Valadez aseveró que las consecuencias de un cáncer gastrointestinal llegan a ser fatales si se identifican en estados avanzados, por lo cual requieren de procedimientos quirúrgicos, quimioterapias o radioterapias que limitan la perspectiva y calidad de vida de los pacientes.
Insistió en que siempre se debe acudir al médico ante los síntomas digestivos recurrentes, más si se cuenta con algún antecedente familiar de cáncer, así como no automedicarse.
Informó que solo el 20 por ciento de los casos son identificados a tiempo para dar un tratamiento efectivo, es decir, tienen una mortalidad por arriba del 80 por ciento.