es la primera vez que hablamos de la muerte en masa de murciélagos en Australia. Cuando el termómetro alcanza temperaturas abrasadoras, estos animales son incapaces de soportarlo y mueren en pocas horas y caen en jardines, piscinas, parques… Según los expertos, cuando sobrepasan los 30 ºC, estos mamíferos son incapaces de regular de forma correcta su temperatura corporal y acaban fallciendo. En 2018, por estas fechas, una ola acabó con cientos de ellos, pero lo que ha ocurrido en esta ocasión ha sido impactante y ha hecho saltar las alarmas en el país.
Un informe publicado esta semana ha hecho balance de cómo afectó a finales de noviembre de 2018 (días 27 y 28), una brutal ola de calor que hizo elevar los mercurios hasta los 42 ºC de temperatura e incluso superar la cifra.
Australian Wildlife Hospital
Getty ImagesLisa Maree Williams
Como saben que las poblaciones de estos animales se ven muy afectadas, la Universidad del Oeste de Sidney quiso hacer un balance de hasta qué punto podría alcanzar la gravedad y se quedaron con los ojos abiertos: al menos 23.000 murciélagos murieron en tan solo dos días, lo que supone un tercio de la población total de todo el país de los zorros voladores. Incluso creen que la cifra podría llegar a ser mayor, porque hay zonas que no llegaron a ser rastreadas en busca de cuerpos, y que hay otras especies que han sufrido también el azote del calor.
Dentro del propio informe aseguran que esto solo es el comienzo de lo que está por venir en el futuro debido al cambio climático. Si dos días de calor extremo acabaron con un tercio de los ejemplares, imaginaros lo que podría llegar a pasar si estas temperaturas se prolongasen en el tiempo.