• Orientación a madres para proporcionar a sus hijos los nutrientes necesarios para un óptimo desempeño escolar y una buena salud
En este regreso a clases, con motivo del periodo vacacional de invierno, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de sus servicios de Nutrición y Dietética, recuerda a las madres de la familia la importancia de enviar a sus hijos a la escuela desayunados y abastecidos con su “lonchera saludable”, indispensable para que aprovechen la enseñanza y además, se mantengan en buena forma física y buen estado de salud.
Brenda Ortega, especialista en Nutrición en el Hospital General de Zona No. 6 del IMSS en Ciudad Juárez, puntualizó que un almuerzo de calidad preparado en casa es insustituible para que niños y adolescentes logren un rendimiento escolar óptimo; pero que además, como el lapso que transcurre entre el desayuno y la comida es muy largo, los menores necesitan contar en su intermedio con alimentos que proporcionen energía al cerebro y al cuerpo, tanto para las funciones cognoscitivas requeridas en el proceso de aprendizaje, como las necesarias para su desarrollo físico.
Destacó que ahí la importancia de mantener la “lonchera saludable” que permite abastecer las calorías, vitaminas, minerales, proteínas, energía e hidratación que niños y jóvenes necesitan para un buen desempeño en las aulas.
Indicó que los mismos grupos de alimentos del “Plato del Bien Comer” (verduras, frutas de temporada, un alimento preparado con bajo contenido en grasa, un cereal de grano entero o integral y agua simple), deben incluirse en el almuerzo y en el refrigerio en porciones adecuadas a la talla, edad y actividad física de los menores. Resaltó que en promedio, quienes cursan primaria requieren mil 200 kilocalorías y los adolescentes de mil 600 a dos mil kilocalorías.
La nutrióloga del IMSS puntualizó que lo ideal tanto para menores como adultos es alimentarse cuatro o cinco veces al día con porciones más pequeñas para que el organismo las pueda utilizar a través de la actividad continua que se hace a lo largo del día.
Indicó que un refrigerio escolar ideal es aquel que contiene una porción de fruta (manzana o pera mediana o media taza de otra fruta picada), 100 gramos de verdura, una rebanada de pan (cereal) con otra de queso, jamón de pavo o atún (proteína) y agua simple, fundamental para evitar el consumo de azúcares en jugos o refrescos que conducen a generar sobrepeso u obesidad.
Finalmente, emitió las siguientes recomendaciones:
• Lavarse muy bien las manos antes de preparar los alimentos.
• Desinfectar frutas y verduras (1 litro de agua 10 gotas de cloro, deje reposar 10 minutos).
• Cortar las frutas en rajas, cuadritos.
• Poner pequeñas porciones: medio sándwich, medio burrito, tres galletas no el paquete completo.
• Agua de frutas de temporada en vaso con tapadera anti escurrimientos.
• Programar el lunch de la semana para no improvisar.
• Evitar alimentos industrializados, frituras, jugos.
• Todos los días lavar el vaso y la lonchera al regreso a casa.
• Ponerles recipientes prácticos o bolsitas.
• No debe pasar más de cinco horas entre las comidas principales (el desayuno, comida y cena)
• Para los refrigerios de 2. 5 a 3 horas.
• Los del turno vespertino desayunan a las 8:00 am, a las 12:30 su comida y entre las 6:30 o 7:00 pm su cena. Y no debe olvidar ponerles su lunch.
• Dormirlos temprano, 8:30 a nuev de la noche a más tardar.
• Si hay oportunidad de que tomen una siesta de 15 a 60 minutos para recargar pila, reposar la comida y descansar.
• El desayuno debe incluir leche 150 ml, 1 ración de proteína (huevo, res, pollo 30 grs.) una ración de verdura (una taza), 1 a 2 de cereal (pan, tortilla, avena…), una fruta.