Chihuahua, Chih.- La extradición de Rafael Caro Quintero a Estados Unidos, junto con otros 28 narcotraficantes mexicanos, marcó el cierre de una larga búsqueda por parte de las autoridades estadounidenses.
Sin embargo, lo que resaltó en la jornada fue un acto simbólico de justicia: Enrique “Kiki” Camarena Jr., hijo del agente de la DEA asesinado en 1985, entregó al exagente Steve Paris las esposas que pertenecieron a su padre, las cuales fueron colocadas al llamado “narco de narcos” durante su comparecencia en la corte.
El momento fue capturado en una fotografía y difundido por el grupo de periodistas de investigación Illicit Investigations a través de la red social X.
La entrega de Caro Quintero a la justicia estadounidense ocurre casi cuatro décadas después del secuestro, tortura y asesinato de Camarena a manos del Cártel de Guadalajara, organización que lideraba el capo en aquel entonces.