Parte de las tropas del Ejército de Estados Unidos (Army), que fueron enviadas a la frontera con México tras una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump durante la primera semana de su mandato, ya patrulla la frontera de El Paso con Ciudad Juárez.
El Diario observó ayer a cinco militares en tareas de vigilancia en el bordo del río Grande –llamado río Bravo del lado mexicano–, tres de ellos a bordo de dos unidades de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso.
Tras la declaración de emergencia nacional en la frontera sur de Estados Unidos Trump autorizó el uso de fuerzas militares en la frontera con México y permitió la asignación de recursos adicionales para la construcción y el refuerzo del muro fronterizo.
La declaración de emergencia también aumenta los poderes ejecutivos del presidente estadounidense, con lo cual podrá implementar excepciones a normas vigentes y limitar aún más el acceso al derecho de asilo.
El pasado 22 de enero Trump firmó una orden ejecutiva para desplegar a mil 500 militares en la frontera sur de Estados Unidos, como parte de su promesa de cerrar las puertas a la migración y reforzar la seguridad fronteriza. Los efectivos se sumarán a 2 mil 200 militares en activo y más de 4 mil de la reserva de la Guardia Nacional de Texas que ya se encuentran en los límites con México.
El jueves 23 de enero arribaron los primeros militares a la base aérea Biggs Airfield, ubicada en Fort Bliss, a donde llegaron más tropas el sábado, presuntamente 750 agentes serán entrenados por personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) antes de ser desplegados en la frontera con Chihuahua.
Personal estadounidense informó que no todos los agentes realizarán labores de patrullaje, debido a que serán asignados a distintas áreas administrativas y de vigilancia, como es el uso de la tecnología para evitar los cruces irregulares, por lo que no todos serán visibles en la frontera.
De acuerdo con medios estadounidenses, el Pentágono también proporcionará transporte aéreo militar para apoyar los vuelos de deportación de migrantes irregulares, como ocurrió la semana pasada con mexicanos y extranjeros desde San Diego y El Paso, desde donde fueron deportados 159 guatemaltecos.