Más de 100 organizaciones demandaron al Gobierno federal, a cargo de Claudia Sheinbaum, una estrategia efectiva en la zona serrana, en especial en Guadalupe y Calvo, luego del ataque sufrido por un sacerdote y una presidenta seccional.
La agresión ocurrió el viernes 16 de enero por la tarde, cuando el padre Lorenzo Antonio Medina Díaz iba de la cabecera municipal al seccional de Dolores, después de brindar servicios solicitados por la comunidad.
Viajaba con tres señoras y dos adultos mayores que le pidieron “aventón” de regreso al pueblo, pero al llegar a la altura del sitio conocido como Carboneras, a 15 minutos de su destino, fueron atacados a balazos desde los cerros
El sacerdote sufrió una herida en el hombro, pero pudo conducir hasta la cabecera a toda velocidad, apurado por llevar a una de las pasajeras a un hospital, ya que había recibido un impacto de bala en el rostro. Aunque el sacerdote está fuera de peligro, la mujer aún sigue hospitalizada y en condición delicada aunque estable.
A raíz de este hecho, que se suma a una serie de eventos violentos ocurridos en Guadalupe y Calvo, organizaciones defensoras de derechos humanos y de los pueblos indígenas exigieron que la presidenta tome acciones contundentes ante la situación que atraviesa el municipio serrano.
“Las organizaciones firmantes llamamos a la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, a las instituciones de seguridad pública, y a las instancias de los tres niveles de gobierno, a que tomen acciones coordinadas para prevenir y atender a las víctimas del desplazamiento forzado, así como desarrollar una estrategia efectiva de seguridad pública”, indicaron en el escrito.
Agregaron: “Lamentamos los hechos ocurridos el 17 de enero, en los que el Padre Lorenzo Medina, administrador de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Dolores, Chihuahua, y la presidenta seccional Leonila A.L. fueron heridos por grupos delictivos que permanecen en lucha por el control del territorio”.