La prohibición de los vapeadores es un avance en el combate al consumo de sustancias, sostuvo el director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) Ramiro Vélez Sagarnaga, quien señaló que esperan resultados positivos en algunos años.
Lo anterior debido a que han registrado un marcado incremento en el consumo de estos artefactos, sobre todo en población adolescente y niños.
Fue la semana anterior que el Senado de la República aprobó la reforma que establece sancionar el uso, producción, comercialización y distribución de cigarrillos electrónicos, vapeadores y sistemas o dispositivos análogos.
Apesar de que por decreto presidencial desde 2020 estaban prohibidos estos productos, aún siguen comercializándose debido a amparos interpuestos por cadenas comerciales en el país.
Sin embargo, el proyecto de reforma a la Constitución plantea adicionar un párrafo quinto al Artículo 4o y un párrafo segundo al Artículo 5o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, buscando garantizar el derecho de protección a la salud de las personas.
De la misma forma, prohíben y sancionan la producción, distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos, uso ilícito del fentanilo y demás drogas sintéticas no autorizadas, según informó el Senado de la República.
Ante esta prohibición, desde el Centro de Integración Juvenil en Chihuahua su director expresó que el uso de estos dispositivos ha creado un problema de salud pública, de ahí la importancia de concretar una prohibición.
“Es importante recalcar que en el tema de los vapeadores desgraciadamente están iniciando cada vez más a edades tempranas. Hablo de niños y adolescentes entre los 9 y 12 años de edad. Según reporta la parte del Sistema de Vigilancia Epidemiológica en Adicciones son estos los dispositivos con los que están iniciando niños y adolescentes que creen que vapear es más sano que fumar, pero es igual de dañino”, explicó Vélez.
Consideró que hay mucha desinformación con respecto a ellos, incluso los utilizaban como mecanismos para dejar de fumar, algo para lo que estos artefactos no están diseñados. Asimismo los jóvenes creen que el daño es menor y son atraídos por los distintos saborizantes que incluyen que a diferencia del olor del tabaco, atraen con mayor frecuencia a la población joven.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) no reconoce a ninguno de estos dispositivos como una estrategia para dejar de fumar.
Obviamente conlleva muchísimos riesgos, no sólo es el consumo de tabaco, sino que ahora también se usa con Wax, esto es la cera de la mariguana que incluyen una concentración dentro de una 40 y un 60 por ciento de THC, de la mariguana que produce en los jóvenes psicosis y la pérdida de consciencia”, dijo.
Asimismo, ejemplificó que incluso ha relacionado su uso a la enfermedad de Neumonitis Química, un proceso de neumonía que cobró la vida de adolescentes en Estados Unidos y que tuvo como común denominador el uso de vapeadores, explicó.
“Los vapeadores también provocan cáncer de pulmón, el filamento que calienta y permite generar la neblina o vapor en estos dispositivos está cubierto de cromo. Cuando éste se calienta produce una sustancia llamada cromo aldehído que es cancerígeno para el pulmón, vejiga y las vías urinarias”, abundó.
Vélez dijo que desde que México firmó el convenio para el control de tabaco en que restringen la venta e incluyen los pictogramas en cajetillas han tenido resultados en lo que se refiere al tabaco. Por lo que consideró que de igual manera pueda intencionarse otra campaña y en unos años tengan buenos resultados sobre la prohibición.
El director del CIJ puso a disposición los servicios a la población en general ya que cuentan con una clínica para dejar de fumar, así como tratamientos contra el uso de vapeadores, cigarrillos electrónicos, entre otro consumo de sustancias. El CIJ está ubicado en la ciudad de Chihuahua en la calle Ojinaga y 10ª, en el Centro de la ciudad, en un horario de lunes a viernes de 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde.