Al coro “¡que se que-den, que se que-den!”, legisladores de Morena y sus aliados dieron su respaldo pleno a los recién derrotados líderes del PRI y el PAN, Alejandro Moreno y Marko Cortés, para que se queden en las dirigencias nacionales de esas dos fuerzas opositoras.
El “apoyo” inusitado para seguir al frente de sus partidos, fue expresado en el pleno de la Comisión Permanente, donde resonaron las porras “¡que se queden, que se queden!” y “¡viva Claudio Xóchitl!”, como burla a los opositores, ante la demanda de militantes de esos partidos para que, tras perder la elección, permitan con su salida la renovación de ambos partidos.
El diputado del Partido del Trabajo (PT) Benjamín Robles reclamó a los disidentes de ambos partidos que pidan el relevo, cuando han hecho bien la tarea de achicar a sus partidos. “Que se queden hasta que ya no haya nada, así como lo hizo el compañero Zambrano y Chucho Ortega, que acabaron con el PRD”, dijo el diputado del PT, quien perdió ante el Partido Verde (PVEM) su elección al Senado por Oaxaca, al que deberá llegar por la vía plurinominal.
La Comisión Permanente, en la resaca de las elecciones del 2 de junio, en que diputados y senadores de Morena y sus aliados discutieron los resultados del proceso con el regaño a los opositores. “Se los advertí en tribuna muchas veces, y no quisieron hacer caso”, recriminó el diputado petista Gerardo Fernández Noroña, al sostener que perdieron porque no defendieron al pueblo.
“Y hoy les digo, el PRI es el siguiente partido que va a desaparecer, y luego será Acción Nacional si siguen por el mismo camino. No estoy para darle consejos a la oposición, pero es evidente que eso es lo que les espera si porfía en su necedad y en darle la espalda al pueblo”, recetó el autodenominado “doctor Noroña”.
Diez días después de esa victoria electoral que llevará a la Presidencia a la morenista Claudia Sheinbaum, los legisladores dedicaron su tiempo, otra vez, a regodearse unos en su victoria, otros en su avance electoral con “otros datos” y los partidos de la coalición opositora a reconocer el triunfo de Morena, pero a exponer las irregularidades que marcaron el proceso.
Sólo la senadora morenista Imelda Castro tendió la mano, aunque con la crítica por delante: “a ver, nosotros los ocupamos como oposición, el gobierno necesita una oposición de calidad, seria, que nos cuestione para ser mejores. Pero esta oposición en México necesita odiar menos, necesita inventar menos, necesita mentir menor y querer más al pueblo, al que se debe”.
La senadora Kenia López, exjefa de la oficina de la abanderada presidencial derrotada y senadora Xóchitl Gálvez, no acudió a la sesión a defender a su candidata, y el panista Julen Rementeria hasta felicitó a Morena, pero con dudas. “Qué bueno que ganaron los que ganaron y ojalá ahora lo hagan bien. La responsabilidad que adquieren con el resultado es gigante, porque habrá seguramente discusiones, posicionamientos, pero no contrapesos.
Por los resultados ¡felicidades! Pero es una gran responsabilidad… ya no tendrán ninguna posibilidad de decir ‘es que me lo estas regateando’…y el país”, dijo. Y el PRI le recordó a Morena: “sí, ganaron la elección con más de 35 millones de votos, 36 millones de votos.
Pero ¿qué creen? Que 40 millones no votaron y el resto votó por la oposición… Esperamos responsabilidad”, dijo la priista Sue Ellen Bernal. Más satisfechos incluso que Morena, se dijeron los de Movimiento Ciudadano.
El líder de los diputados, Braulio González Luna, presumió ser de los partidos, el único que “creció más del 500%”, gobernará más población que partidos históricos”, y pese a ello, con más votación tendrá menos diputados y senadores que fuerzas políticas con menos votos.
Pero sumó los votos emitidos por los mismos votantes a favor de su candidato a la Presidencia de MC, Jorge Máynez, más los emitidos por diputados, más los de Senado, para asegurar que el partido naranja es la tercera fuerza nacional, por encima del PRI, lo que obligó a la priísta Beatriz Paredes a recordarle que es la elección para diputados la que sirve para establecer la fuerza de cada partido, y MC quedó como la cuarta fuerza.
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