Ciudad de México. “A mí no me puso nadie”, aseveró el ministro electo Hugo Aguilar, quien se perfila para presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al responder sobre las versiones que lo colocan como una designación del grupo político mayoritario.
Tras recibir su constancia de mayoría en la elección judicial, con 6.1millones de votos de los 90.03 millones de sufragios para ministros, el abogado originario de Oaxaca ofreció su primera conferencia como ministro electo, en la que aseguró que la próxima integración de la Corte garantizará la impartición de justicia con un nuevo enfoque.
Admitió que la participación ciudadana fue baja, porque hubo limitaciones en términos de tiempo y de recursos, pues de haber tenido más tiempo “estoy seguro que habríamos incrementado el nivel de participación, pero lo logrado da la legitimidad necesaria para una Suprema Corte de Justicia de la Nación que cumpla con el mandato popular”, aseveró.
Aguilar señaló que los votos que recibió fueron del pueblo, porque recorrió el país y llevó su propuesta a la gente, además de que dialogó con las personas “y ese es el producto del trabajo que realizamos en dos meses, los votos que yo recibí son del pueblo, lo que le puedo decir es que hay un mandato claro del pueblo”.
– En los acordeones repartidos se incluyeron los nombres de los que resultaron ganadores y en todos está usted- Se le cuestionó.
Pero aseguró que la distribución de éstos no influyó y los nueve ministros de la Corte llegan con toda legitimidad, porque fue el mandato popular suficiente para ello.
Prometió que su labor en la SCJN se desarrollará con plena independencia porque surgieron del pueblo; “nos debemos al pueblo, vamos a informar al pueblo a diferencia como ocurría en el pasado, entonces creo que llegamos con toda la legitimidad para ejercer nuestro papel y el mandato constitucional que tenemos”.
Insistió en que el pleno que asumirá su cargo el 1 de septiembre impartirá una justicia real, que entiende a la ciudadanía, porque “vamos a quitar estos mecanismos donde se pensaba que el juzgador es quien lo sabe todo”.
Se comprometió a que la Corte que presidirá será abierta y dialogante, porque atenderá a la población y los ministros no van a ser los funcionarios que nadie podía tocar.
Finalmente, indicó que en los siguientes días será una transición ordenada entre la actual composición y la nueva Suprema Corte, pues los nueve ministros electos acordaron afinar el procedimiento, porque al país le deben dar es certeza en un arranque de funciones adecuado, que permita a la Corte seguir funcionando y cumplir con su mandato constitucional.