Elección del Poder Judicial con candidatos sin campañas

La elección judicial del 1 de junio próximo será un reto para los candidatos a juzgadores debido a complicaciones de realizar campañas para el reconocimiento de la ciudadanía que acuda a votar, además de lo complicado que resultará el ser ubicado en las boletas.

El diseño preliminar de las boletas para jueces de primera instancia y menores, en color amarillo, presentarán hasta 128 opciones y de entre todas ellas elegirán a 10 a través de los números que correspondan los nombres y apellidos, cuyo criterio de orden aún no definen las autoridades.

Otras boletas como las de magistraturas del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) contemplan 48 espacios, 27 en una primera columna para escoger a tres mujeres y 20 en una segunda columna para votar por dos hombres, con la misma mecánica para colocar números en los recuadros.

Las boletas para Juzgados Menores contendrán 16 nombres, ocho mujeres en una hilera y ocho hombres en la restante, así como dos recuadros para elegir a una persona juzgadora en cada una.

Las boletas y materiales electorales en definitiva no han sido aún autorizados.

Los dos mil 240 aspirantes a puestos de elección en el Poder Judicial sólo podrán acudir a sus distritos a pedir el voto con recursos propios, en redes sociales podrán hacer propaganda mediante metodología orgánica, es decir, que no podrán impulsar sus publicaciones con financiamiento, ni tampoco tendrán acceso a pautas en medios de comunicación masiva.

Actores políticos diversos y organizaciones de la sociedad civil han advertido que la Elección Judicial del 1 de junio será operada por las estructuras de partidos políticos, sindicales y poderes fácticos.

“Diversas autoridades han normalizado lo que debería ser impensable: el desacato selectivo de resoluciones judiciales, la intervención e invención de competencias inexistentes y la subordinación del derecho a consideraciones políticas”, declaró el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena a un medio de comunicación nacional.

Las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) tampoco definen todavía los criterios que habrán de tomar en caso de similitudes al plasmar números como el cuatro y el nueve, que pudieran ser confundidos por el personal contabilizador, al igual que el uno y el siete, entre otros muchos posibles errores que pudieran ameritar una valoración grafológica, sin mencionar los criterios para nulificar los votos.