El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene vínculos con el crimen organizado. Su equipo también, acusó Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, a través de una carta de su puño y letra.
En el documento enviado al periodista Keegan Hamilton, editor de Los Ángeles Times, el exfuncionario sostiene que es inocente, mientras enfrenta una posible cadena perpetua.
Además, reveló que rechazó un acuerdo con la Fiscalía de Nueva York, que le ofrecieron tras su detención. El próximo 9 de octubre se conocerá la sentencia en su contra después de ser encontrado culpable de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con la carta enviada por el abogado de quien fuera funcionario durante el gobierno de Felipe Calderón, señaló que en los registros de México y Estados Unidos constan pruebas de los contactos entre el actual presidente de México y sus operadores con los líderes del narcotráfico.
“En particular, narcotraficantes que fueron utilizados como testigos en mi contra durante el juicio, quienes inclusive durante el juicio imputaron al presidente López Obrador y a sus operadores de estar vinculados con ellos y con el narcotráfico”.
Señaló que todo esto lo corroboró el capo Ismael “El Mayo” Zambada, en la carta que emitió después de su detención en Estados Unidos.
Respecto a los recientes cambios a la Constitución para reformar al Poder Judicial, García Luna asegura que otra prueba de estos vínculos son también la oposición del Gobierno de México a la captura de “El Mayo” y “el desmantelamiento del Poder Judicial de México (Jueces, Magistrados, Ministros, Corte) cuyos principales beneficiarios son los criminales”.
El exsecretario de Seguridad Pública señaló que en Estados Unidos los fiscales no acreditaron los delitos en su contra por narcotráfico, mientras que el juez de la Corte de Brooklyn resolvió que no hay en su patrimonio un solo dólar vinculado a organizaciones criminales.
Y en México, dijo, un Tribunal Colegiado del Poder Judicial resolvió que no había pruebas de ingresos ilegales a sus cuentas previo al 2012 y durante dos décadas.
“Donde esté, el bien superior es la Patria, los Mexicanos y la verdad; soy una persona que respeta la ley, seguiré con la conducción de mis abogados agotando todos los recursos legales que prevé la ley hasta lograr mi libertad. Mi honor está intacto, yo no he cometido ningún delito”, finaliza la carta.
