La crisis de personas desaparecidas en Chihuahua sigue profundizándose. Según la Fiscalía General del Estado (FGE), hasta el 18 de julio de 2024, se han reportado 1.371 desapariciones en el estado durante el año. De esta cifra alarmante, 463 personas permanecen sin localizar, lo que representa un 34% de casos sin resolver.
Las familias viven en la agonía de la incertidumbre. Cada día que pasa sin noticias de sus seres queridos aumenta la angustia y la desesperación. En muchos casos, la búsqueda se convierte en una lucha contra el tiempo, ya que las posibilidades de encontrar a las personas con vida disminuyen con cada día que pasa.
Casos que conmocionan:
La historia de Brandon Fernando Soto Perales, un joven de 21 años que desapareció el 9 de julio y fue encontrado sin vida tres días después, refleja la brutalidad y la impunidad que rodean a este flagelo. Su cuerpo fue localizado en la colonia Los Aztecas, envuelto en una lona blanca y en avanzado estado de descomposición.
Otro caso que ha generado consternación es el de Hilario Ramos Herrera, de 45 años, quien fue visto por última vez el 7 de mayo en la colonia Pánfilo Natera. Hasta la fecha, las autoridades no han logrado dar con su paradero.
Falta de recursos y obstáculos para la justicia:
Las organizaciones que defienden los derechos humanos han denunciado la falta de recursos que enfrentan las instancias creadas por la Ley de Desaparecidos para llevar a cabo sus labores de búsqueda e investigación. Esta situación precaria limita la capacidad de las autoridades para actuar de manera efectiva y resolver estos casos.
A esto se suma el grave problema de la impunidad y el encubrimiento. En muchos casos, las mismas autoridades están involucradas en las desapariciones o no investigan adecuadamente las denuncias por temor a represalias.
Un llamado a la acción urgente:
Es necesario un compromiso real y sostenido por parte de las autoridades para enfrentar la crisis de personas desaparecidas en Chihuahua. Se requieren medidas urgentes como:
Asignar más recursos a las instancias encargadas de la búsqueda e investigación.
Garantizar imparcialidad y transparencia en las investigaciones.
Combatir la impunidad y el encubrimiento.
Crear un ambiente seguro para que las familias denuncien las desapariciones sin temor a represalias.
No podemos olvidar a las personas desaparecidas. Cada uno de ellos tiene una historia, una familia y un lugar en la sociedad. Debemos seguir luchando por su regreso a casa y por un Chihuahua libre de este flagelo.