El Instituto Nacional Electoral (INE) ha dado luz verde al formato del tercer debate presidencial. Este encuentro, que se llevará a cabo el 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, promete ser un escenario de confrontación directa entre las candidatas y el candidato.
A diferencia de los debates anteriores, en esta ocasión no habrá preguntas ciudadanas.
En cambio, los moderadores Luisa Cantú, Elena Arcila y Javier Solórzano lanzarán cuestionamientos específicos para que los aspirantes presidenciales debatan “cara a cara”.
El debate se estructurará en cuatro bloques temáticos:
Política Social: Los candidatos abordarán temas relacionados con la equidad, educación y salud.
Inseguridad y Crimen Organizado: Se discutirán estrategias para combatir la violencia y la delincuencia.
Migración y Política Exterior: Las posturas sobre asuntos internacionales estarán en el centro del debate.
Democracia, Pluralismo y División de Poderes: En este bloque, los candidatos se enfrentarán a preguntas cruciales sobre el sistema político y la separación de poderes.
En el último segmento, que durará 30 minutos, los aspirantes tendrán la oportunidad de hacerse preguntas entre sí, lo que promete momentos de alta tensión.
La elección de los moderadores no estuvo exenta de controversia. Los 11 consejeros del INE debatieron durante más de dos horas para definir a los representantes de las distintas regiones del país.
Aunque hubo consenso en torno a Javier Solórzano, la elección de Luisa Cantú generó polémica debido a su vinculación con un medio público y su identificación con la llamada “4T”. Por otro lado, Elena Arcila fue objeto de búsqueda en internet, ya que algunos consejeros admitieron no conocerla previamente.
En medio de la acalorada discusión, el consejero Jorge Montaño reveló que ya había prometido que un conductor de Chiapas o Tabasco representaría a la zona sur. A pesar de las diferencias, los tres moderadores han sido formalmente avalados para conducir este crucial debate presidencial.
Los cambios propuestos para el segundo debate presidencial, que tendrá lugar el domingo 28 de abril, incluyen ajustes en la escaleta, como otorgar 30 segundos para que cada candidato se presente y un minuto al inicio de cada bloque para exponer sus propuestas sobre temas específicos como crecimiento económico, empleo, inflación, infraestructura, desarrollo, pobreza, desigualdad, cambio climático y desarrollo sustentable.
Además, se contempla la grabación de 420 preguntas de ciudadanos, de las cuales se sortearán 80, y ocho serán seleccionadas por los moderadores.
Se busca evitar fallos técnicos mediante la implementación de un sistema más robusto y redundante para el procesamiento y entrega de la señal, así como la instalación de dos cronómetros por candidatura conectados a un distribuidor de señal para cambiar entre equipos en caso de falla.
A pesar de que el encuentro se realizará en Estudios Churubusco, los candidatos solicitaron cambios en luces, colores y tiros de cámara, lo cual podría ser considerado para mejorar la experiencia visual del debate.
