Mantener la buena salud durante los meses más fríos es el primer paso para poder disfrutar de todas las actividades que ofrece la temporada.
Al pasar más tiempo adentro durante el otoño y el invierno, usted está más cerca de otras personas. Esto aumenta sus probabilidades de contagiarse con virus que causan resfriados, la gripe o COVID-19. El aire seco del invierno también puede debilitar las barreras naturales de mucosidad de la nariz, la boca y los pulmones, que es por donde entran al cuerpo los virus.
Vacúnese contra la gripe
En Estados Unidos, la gripe estacional enferma cada año a millones de personas y causa miles de hospitalizaciones y muertes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que se vacunen contra la gripe todas las personas de seis meses de edad en adelante. Las vacunas contra la gripe se actualizan cada año para proteger mejor contra las nuevas cepas del virus.
Reduzca la propagación
Para ayudar a reducir la propagación de la gripe, los resfriados y otros virus, incluyendo el COVID-19, usted debe:
Lavarse las manos a menudo: Es la mejor manera de protegerse de las enfermedades.
Limpie las superficies con un limpiador desinfectante.
Mantenga su distancia de las personas enfermas.
Evite tocarse los ojos, la nariz o la boca.
Manténgase hidratado, para que su cuerpo elimine las toxinas.
Duerma lo suficiente para mantener su sistema inmunitario fuerte.
Prefiera alimentos nutritivos
Comer una dieta rica en verduras, frutas, proteínas magras y granos integrales también puede ayudarle a mantener una buena salud durante los meses más fríos. Cuando quiera darse un gusto, considere opciones que le satisfagan, pero que tengan menos grasas y azúcar añadida; y fíjese en el tamaño de las porciones. Cuando haga la lista de compras de alimentos para las fiestas, considere alternativas más saludables a los tradicionales alimentos reconfortantes.
Manténgase activo
Los días más cortos y el clima más frío pueden hacer que haga menos ejercicio. Pero incluso el ejercicio moderado, como una caminata rápida, rastrillar hojas o subir escaleras, puede ayudar. La actividad física puede ayudarle a mantener el peso y a adelgazar, reducir la ansiedad, bajar la presión arterial y mejorar la calidad del sueño.