Los tres años de prisión a los que fue sentenciada Emna Coronel Aispuro por cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero relacionados con las actividades de su esposo Joaquín El Chapo Guzmán, llegarán a su fin este miércoles 13.
Está previsto que coronel deje mañana la prisión e inicie un periodo de cuatro años de libertad supervisada.
Según el localizador de reclusos de la Oficina Federal de Prisiones, la esposa del Chapo se encuentra actualmente en un centro de Gestión de Reingreso Residencial en Long Beach, California.
Emma Coronel, con doble ciudadanía estadounidense y mexicana, fue arrestada el 22 de febrero de 2020 en el Aeropuerto Internacional de Dulles y permaneció detenida en espera de juicio.
En noviembre de 2021 la esposa de uno de los líderes del Cártel de Sinaloa fue condenada a tres años de prisión por narcotráfico y lavado; su ubicación se mantuvo en reserva por el gobierno de Estados Unidos debido a que se acogió al programa especial de testigos protegidos.
Coronel se declaró culpable de ayudar a su esposo a traficar vía la frontera entre México y Estados Unidos, y a fugarse en 2015 del penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México, mediante la utilización de un túnel construido desde la celda de Guzmán Loera hasta un predio fuera del perímetro del centro de reclusión.
Durante los cuatro años posteriores a su liberación, Coronel Aispuro deberá cumplir diversas reglas, como reportarse ante las autoridades y el oficial que le sea asignado; buscar un empleo que la mantenga ocupada al menos 30 horas a la semana; y si quiere cambiar de trabajo, deberá notificarlo a su oficial. Además tendrá prohibido comunicarse con personas involucradas en actividades criminales.
Como parte de su proceso de “reinserción social” estipulado en el programa de casas intermedias o de transición, a partir de hoy tendrá derecho a salir a trabajar, tomar clases, acudir a rehabilitación o terapia e incluso retomar sus redes sociales.
El portal Prison Policy Initiative señala que las personas reubicadas en casas intermedias viven en un entorno grupal bajo un conjunto de reglas y requisitos que incluyen la asistencia a la programación, los toques de queda y el mantenimiento del empleo.
Antes de su sentencia en noviembre, Coronel se dirigió al tribunal y expresó un profundo remordimiento por su participación con El Chapo Guzmán y el Cartel de Sinaloa y por el daño que pudo haber causado a los ciudadanos de Estados Unidos.
“Con todo respeto, señor juez, le expreso mi más sincero arrepentimiento por cualquier daño que hubiera causado a los ciudadanos de este país”, dijo durante la audiencia.
Ante el juez de la Corte Federal del Distrito de Columbia (Washington, D.C.), antes de ser sentenciada, Coronel Aispuro aseguró que se siente avergonzada por su pasado.
“Se que tal vez le resulte difícil ignorar el hecho de que soy la esposa de Joaquín Guzmán, quizá por eso se siente en la obligación de ser un poco más duro conmigo, pero le ruego que no lo haga”, insistió Coronel Aispuro al juez, minutos antes de que la sentenciara.
Ella aceptó toda la responsabilidad y le rogó al juez que considere a sus gemelas, entonces de 9 años, que se verían obligadas a crecer sin sus padres, se mantuvo firme en decir que ella fue una víctima de las circunstancias y que como hija de una familia se guía por los consejos de sus padres de aceptar sus errores, arrepentirse y pedir disculpas cuando los cometa.
“Por eso estoy aquí pidiendo disculpas. Esos valores son los que quiero enseñarles a mis hijas (las gemelas Emali Guadalupe y María Joaquina), ellas son el motivo por el cual estoy aquí… ellas estaban creciendo sin uno de sus papás; por eso le ruego que no las deje crecer sin su mamá”, concluyó la famosa esposa de Chapo Guzmán.
Al final de la audiencia de condena, el juez le dijo a Emma Coronel: “Buena suerte. Espero que críe a sus gemelas en un entorno diferente al que ha experimentado hasta hoy. Buena suerte”.
Proceso