Se buscaba el quinto partido, cuando esta vez no habrá cuarto; se buscaba la diferencia de goles, cuando no hubo los suficientes: si tienes 44 años o menos, estás en un territorio anormal, en un limbo que era desconocido desde un oscuro lugar de Argentina en 1978 y con una Selección Mexicana distinta en Copas del Mundo, una TRIsteza tan grande como la ilusión rota.
Por primera vez en 44 años, México quedó fuera de un Mundial en Fase de Grupos, si bien logró vencer 2-1 a Arabia Saudita, un Tri que acumula un desánimo brutal en medio de una pírrica alegría de tres puntos que parecían catapultar a la gloria, al cuarto partido, pero que finalmente no se dio en el Mundial Qatar 2022.
El espíritu de Alfredo del Águila, de Ricardo Peláez, de Luis Hernández, Cuauhtémoc Blanco y hasta Javier ‘Chicharito’ Hernández no faltó en el Estadio Lusail: todos los grandes anotadores del Tri en Copas del Mundo se apersonaron en el estadio más grande de la Copa del Mundo para dar un poco de esas anotaciones que tanta falta hacían en el máximo certamen, algo que vivió incluso Alexis Vega desde los primeros minutos.
El atacante de Chivas tuvo el mano a mano recién iniciado el partido, con un balón estrellado en el portero Al Owais en lo que era un anticipo de que México iba a gastar todos los cartuchos ofensivos que no tuvo en los primeros partidos, o en las Eliminatorias para llegar a tierras mundialistas… o quizás en los cuatro años del ‘Tata’ con el Tri.
Orbelín y Edson recuperaron cualquier cantidad de pelotas, pero sería Luis Chávez el hombre que se erigió más alto que cualquier imponente torre de Doha o el icónico Lusail. Un todo terreno del Pachuca que funciona también en las dunas qataríes, en la Bella Airosa o en el lodo, en el frío o en el infierno, Chávez puso todo el juego de los dirigidos por el ‘Tata’ a sus pies.
Pero el gol no llegaba, tampoco en el 974 en unos primeros tiempos que solo hicieron aumentar el nervio de cuatro equipos que se jugaban la vida, el prestigio y el honor, con goles gritados pero no contabilizados, ya sea por fallas o por anulaciones en el VAR… hasta que llegó el segundo tiempo.
La reacción llegó con el silbatazo de reanudación: la magia llegó como tormenta de arena al 974 y a Lusail donde Henry Martín rompió la sequía mexicana en Qatar 2022 con un gol de frente al marco, casi al mismo tiempo en el que Mac Allister le anotaba a Polonia y Julián Álvarez anotaba uno más para la albiceleste.
México explotó con un golazo de Luis Chávez de tiro libre a los 52′, una oda a todo el sufrimiento vivido, a toda la frustración acumulada y a la falta de anotaciones que el Tri cargaba, un gol hermoso que inyectaba esperanza a las venas de un aficionado mexicano que esperaba lo peor… un gol tan bello como para despedirse de una Copa del Mundo, el último canto de un cisne que se iría para no volver.
La obra estaba completa con dos marcadores 2-0… o casi. Las tarjetas clasificaban a Polonia y México continuó con una volcadura ofensiva por una diana más o para tener el rosario en mano en busca de que Argentina perforara una vez más a Polonia: ninguno de estos llegó, los finales TRIstes también existen en una Copa del Mundo y lo único que ocurrió fue el descuento del Al Dawsari en la compensación para Arabia, como para quitar la frustración de las tarjetas pero hacer oficial el adiós mexicano.
Las Golondrinas opacaron esta vez al Cielito Lindo, el “no se pudo” al “sí se puede”, no hay Chucky Lozano (ni siquiera con su gol anulado que pudo ser el 3-0): los gritos de Mundiales pasados desde Argentina 78 quedaron ahogados en la Fase de Grupos: 44 años que parecían diluirse entre los pies de Funes Mori o Raúl Jiménez que entraron infructuosamente en busca del milagro: no queda más que TRIsteza Mundial en Qatar 2022.
Por: TUDN