Este miércoles el ingeniero Octavio Legarreta Guerrero recibió notificación de la no vinculación a proceso por la causa 3844/19, en la que se le acusaba del delito de peculado por el orden de los 20 millones pesos, hechos en los que se buscó involucrar a la empresa Hermanos Valles Vaca y a mi persona, como socio de la misma.
Con ello, una vez más, el juzgador en turno consideró que los elementos que el Ministerio Publicó presentó, no fueron suficientes para establecer una responsabilidad del acusado, tal como en mi caso, que fui absuelto del delito que se me imputaba por la misma causa, absolución que a la postre fue ratificada por un magistrado del Supremo Tribunal de Justicia.
Es así, que una vez más, queda demostrado el uso faccioso de la Ley en los tiempos de Javier Corral, cuyo objetivo nunca fue hacer justicia a Chihuahua como en tono engolado lo pregonó, sino llevar a cabo una siniestra y perversa persecución política de quienes él etiquetó como sus enemigos.
Hoy son otros tiempos, el respeto al debido proceso, a las garantías individuales y a los más elementales derechos, dan como resultado que la verdad aflore y que la justicia como tal, prevalezca en el marco de lo jurídicamente correcto.
En lo particular celebro el dictamen sobre la mencionada causa al ingeniero Legarreta Guerrero, porque con ello se despeja una vez más de toda duda el actuar y proceder de la empresa Hermanos Valles Baca y en consecuencia de mi persona.
Insisto, los tiempos del corralato en los que se torció la ley y se inventaron delitos con fines meramente persecutorios, no deben regresar a Chihuahua y, si, deberá haber consecuencias legales para quienes fueron partícipes de tan funesta trama y que todavía hoy, enquistados en las redes del ministerio público, atienden las consignas que Javier Corral les instruye.