Un muy deslucido ataque de los Bravos de Juárez cayó esta tarde ante los Tigres de la Autónoma de Nuevo León por marcador de 0-1.
El calor y el zapatazo de Gignac
El duelo entre caballos y felinos arrancó bajo un calor sofocante y con las nubes asechando. Para pronto, y nuevamente deshonrando las viejas costumbres, Bravos se hizo de la pelota pero no pudo controlar el ritmo del partido debido a un trámite denso y cortado.
Apenas a los cinco, la defensa fronteriza titubeo y le regaló la primera al ataque visitante, este no pudo más que ponerla por encima del arco que defendía Alfredo Talavera. Eran diez minutos y el respetable de la frontera más fabulosa y bella del mundo ya se hacía sentir. Los de la U no podían tocar la pelota para atrás sin que la afición verde no se les aventara encima.
Ya en la cancha, el partido seguía un tanto cortado rumbo al cuarto de hora de juego, Tigres aprovechaba los contragolpes y Bravos, de la mano de Jesús Dueñas, empezaba a romper la barrera del medio campo, no obstante, la poca creatividad en el último tercio dificultaba generar oportunidades de gol.
Para la media hora de juego la balanza ya se había desbalanceado con unos Tigres que aprovechaban para retener el balón en la mitad del campo contrario ayudados por las acciones de Luis Quiñones y Raymundo Fulgencio desde los extremos.
A Fernando Hernández Gómez le empezó a gustar el protagonismo del partido a diez del final la primera mitad y comenzó a cortar el partido regalándole cartones amarillos a Javier Sala e Igor Lichnovsky.
Faltando segundos para que terminaran los primeros 45 Andre Pierre Gignac puso un zurdazo dentro de área para marcar el primero en el tanteador. 1-0 se iban al descanso.
Más chatos que crayón sin punta
La segunda mitad llegó bajo la misma tónica de la primera, Tigres controlaba las acciones ofensivas y Bravos intentaba retener la pelota.
El ambiente, sin embargo, dio un giro de 180 grados cuando Luis Quiñones se ganó la segunda amarilla a criterio de Hernández Gómez. Con uno menos, Bracos parecía tener la oportunidad e igualar el marcador en poco más de media hora por jugar.
A 20 minutos del final y pese a la superioridad numérica, Bravos no parecía entender que había otras formas de atacara además de los balones cruzados. El tiempo continuaba su curso y la ofensiva de los de Hernán Cristante seguía quedándose chata en el último pedazo de pasto.
El cronómetro hacia tic toc y pese a la buena conducción de balón y la poca ofensiva regiomontana, Bravos generaba poco, muy pco peligro en el área rival.
Al fina de los 90 minutos, ni las ideas, ni el hombre demás y mucho menos el tiempo le favorecieron a los fronterizos. Salieron del Olímpico Benito Juárez con la derrota en la espalda: 0-1 el marcador final.