Los senadores Germán Martínez y Emilio Álvarez Icaza solicitaron al secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, emplace al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a liberar a los presos político y respetar los derechos humanos de los ciudadanos; de lo contrario, “México debe proceder a romper relaciones diplomáticas con el régimen dictatorial de Nicaragua”.
Mediante una carta que ambos legisladores enviaron a Marcelo Ebrar Casaubón, plantean que “México no puede cerrar los ojos ante el dolor que produce la muerte de Hugo Torres (ex combatiente contra la dictadura de Anastacio Somoza), ni mirar cobardemente para otro lado frente a los calabozos y torturas que promueve y tolera la pareja presidencial, dueña del poder absoluto en ese país hermano, cuna de amigas y amigos de México como el poeta Ernesto Cardenal, quien murió esperando un gesto de solidaridad que nunca llegó”.
Destacan que “hay un contraste doloroso. Es una pena que el desacreditado gobierno de José López Portillo restableciera relaciones con la España democrática, y al mismo tiempo, rompiera contactos gubernamentales con la dictadura de Nicaragua; cuando hoy, para vergüenza e ignominia, el actual Gobierno de México abraza al dictador Ortega Saavedra y pone en ‘pausa’ las relaciones con la España democrática”.
Los senadores, integrantes del llamado Grupo Plural, aclaran al Canciller que “conocemos muy bien los principios constitucionales que deben guiar la política exterior mexicana, y sabemos que el Gobierno de la República invoca, continuamente dos de esos principios: la autodeterminación de los pueblos y la no intervención.
Pero también es cierto, que ese mismo texto constitucional (artículo 89 fracción X) contempla otro principio para dirigirnos a otras naciones, y es tan importante y trascendente como los otros: ‘el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos’”, citan.
Así, instan al responsable de la política exterior de México observar que “en Nicaragua se violan sistemática y cotidianamente los derechos humanos de las y los nicaragüenses. Prueba irrefutable son las condiciones que rodearon la muerte del Comandante Uno, Hugo Torres. En estas mismas circunstancias inhumanas y anticonvencionales se encuentran otros disidentes del régimen de Daniel Ortega Saavedra”.
Le plantean que “en virtud de que es nuestra tarea analizar la política exterior, solicitamos a Usted, proponer al Presidente de la República, el emplazamiento público a Ortega Saavedra para que libere a las y los presos políticos, que saturan las cárceles nicaragüenses; cese la persecución y agresiones contra críticos y opositores; garantía plena a los derechos de asociación y manifestación; y respeto irrestricto a la libertad de expresión.
“Caso contrario, Señor Canciller, el Gobierno de México debe proceder a romper relaciones diplomáticas con el régimen dictatorial de Nicaragua. Se trata de una medida digna y ejemplar que permitirá a nuestro país recuperar su liderazgo en América Latina, refrendando el respeto a los Derechos Humanos como columna vertebral de toda democracia moderna”, solicitan.