Mientras que la gobernadora retomó actividades tras una semana de convalecencia por el Covid, el estado se está sumiendo en la crisis de los hospitales, entre pacientes y pruebas.
Anoche nada menos hubo un conato de enfrentamiento en las Clínica 33 del IMSS, mientras que cada vez son más escasas los reactivos para las pruebas y largas las filas de esperas en las clínicas y los laboratorios.
Y eso que no hay un repunte exponencial en hospitalizados, pero la amenaza está latente de que en cualquier momento se hagan pequeños los de por sí pocos espacios en las áreas covid.
Porque ahora resulta que todo se le apostó a la vacuna con todas sus variantes y marcas; la gente vacunada se volcó literalmente a las calles, a los supermercados y obviamente, a las pachangas de fin de año y todavía falta que todos eso contagios se manifiesten en las estadísticas.
Mientras, el gobierno de México todo lo que ha hecho es trasladar y aplicar vacunas. No hay ningún otro tipo de medidas y ahí están las consecuencias.
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Hablando de desdeños, unos cuantos minutos después de que el presidente López Obrador tildara de ‘covicito´ con pocos efectos a la nueva variante Omicron, tuvo que aceptar que nuevamente se había contagiado.
Así como al principio de la pandemia, en el año 2020, que se negaba a usar cubrebocas y llegó a promocionar su no uso, luego se empecinó en regresar a todo mundo a las actividades, así sigue viendo la grave amenaza del Covid, siempre por encimita.
Pero su ‘covicito’ le enseñó lo complicado que siguen siendo todas las variantes que han inventado en el devenir de la pandemia que tiene secuestrado al mundo entero.
La gobernadora Maru, desde su autoexilio externó dos veces que “el covid pega duro” y no es para menos, su cara demacrada lo decía todo.
Habrá que esperar a que el presidente resienta todos los síntomas para ver si ahora sí toma con seriedad este tema, aunque hayan pasado ya dos años y miles de muertos en México.
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Hay en estos momentos, una inmensa mayoría de mexicanos en edad de votar, que está en desacuerdo con la caprichosa revocación de mandato.
Sin embargo, a eso es a lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación está apostando, que salgan a votar en la consulta únicamente aquellos que están de acuerdo en que continúe.
La gente no puede ser indiferente si en ello va en juego el futuro de la nación. Aguas!
Porque el INE ya no podrá decir, bajo ninguna circunstancia, aunque sea cierto, que las firmas para llevar a cabo la Revocación, son falsas, que están duplicadas o que no se reunió la cantidad, ahora tendrá que hacerla porque tendrá que hacerla.
Los magos de Morena han hecho hasta lo imposible para llevar las firmas ante el INE, mientras que el presidente ya le cerró todos los caminos legales. Así que va porque va.
Los mexicanos que queremos realmente a México, no podemos dejar que eso pase.
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Afortunadamente, la gobernadora Maru Campos no descansa y como primera actividad de reintegro, firmó un convenio con la Fundación Mexicana de Salud, lo que significa una lucecita al final del túnel, antes de que se desborde la saturación de los hospitales.
Con el tal convenio, se garantizará que el personal de salud cuente con todos los equipos necesarios para trabajar, que se incremente la infraestructura y se definan políticas públicas claras para atender la ola de contagios.
La salud al alcance de todos, dijo la gobernadora, ya que es esencial brindar calidad al ser humano, al paciente que acuda en busca de atención médica o de algún medicamento.
Porque lo otro, es garantizar el abasto de medicinas e insumos en clínicas y hospitales, con el apoyo del sector privado de la medicina.
El convenio fue firmado por la Gobernadora, el secretario de Salud, Felipe Sandoval; el presidente de la Fundación Salud, Héctor Valle Mesto; el presidente de Fechac, Luis Alberto Barrio y Eduardo González Pier, como responsable del Programa Estatal de Salud.
