A rescatar lo que queda. Ni hablar, dejaron al rector Luis Fierro hacer cera y pabilo y casi acaba con la máxima casa de estudios.
Ahora, sin dignidad, acepta quedarse hasta que llegue su sucesor, aunque estará solo de parapeto porque será el viejo lobo de la grilla universitaria, Jesús Villalobos Jión, quien se encargue de la transición.
La última semana fue crucial para la UACH. llega a este punto en quiebra financiera, con descrédito de todos sus programas académicos y con un modelo educativo que nadie alcanzó a entender jamás.
Nadie repara ni critica la intromisión política de la que es víctima la UACH, porque es lo que menos importa. Urgía poner alto al descrédito y al desorden.
Fierro culpa a otros de su desorden: interpuso denuncia “a toro pasado” por un probable desvío de las cuotas de Pensiones Civiles, un secreto a voces que solo él no atendió. Culpa a la pandemia del Covid de su fracaso del raro modelo universitario que quiso imponer.
Si el Consejo Universitario ha sido siempre una decoración, con Luis Fierro pasó a menos que cero su importancia. Al final, cuando veía venir su decadencia, intentó una reforma a la Ley Orgánica que sin duda quedará en mera correspondencia al Congreso del Estado.
Pero bien hacen en no dejarlo ir, que siga de rector y que enfrente todas las consecuencias legales que seguramente están por venir.
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No fue mucho lo que se tardó el “Virrey” Juan Carlos Loera de la Rosa, delegado federal del “Bienestar” para Chihuahua, para volver a lanzar cacayacas contra los chihuahuenses.
Retomó su muy mal manejo que ha tenido sobre el tema del agua y de pasada criticó la gobernadora Maru Campos.
De nada sirvió que la gobernadora recién le tendiera la mano amiga y le diera su lugar como Secretario Técnico del Consejo Estatal de Planeación y que Maru intentara tomarlo en cuenta como interlocutor con la 4T.
Según Loera, Maru hace mal en gastar recursos para brindar un cuidado especial a los productores de nuez mediante operativos para combatir el robo de este preciado fruto del que dependen miles de familias y deja importantes divisas a Chihuahua.
Hasta cree que los chihuahuenses no consumimos esa nuez, lo que demuestra que no tiene ningún apego por el estado que buscó gobernar.
Según él, esos recursos deberían ser para atender a las mujeres de Chihuahua, desconociendo que ese tema es prioritario para la gobernadora. O sea, populismo puro.
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Por cierto, la gobernadora acudió a varios de los foros para la integración del Plan Estatal de Desarrollo 22-27, al que convocó a la ciudadanía en general.
Fue en Juárez donde cerró dichos foros con las mesas de seguridad y justicia a cargo de la Fiscalía General del Estado, al tiempo en que tomó importantes decisiones, como el que la sede de la Comisión Estatal de Seguridad se quede en Ciudad Juárez.
No es ninguna casualidad. La frontera requiere especial atención y le apuestan a una acción conjunta con la ciudadanía.
Lo mismo fue en Guachochi con el foro de asuntos indígenas; en Delicias para atender la problemática del agua; en Chihuahua en materia urbana, de educación y rendición de cuentas.
Pero no solo es escuchar, sino tomar decisiones. En Juárez aprovechó para dar el manotazo en el gravísimo problema del sistema vivebús y el desorden que se dejó en las obras. Le costará 30 millones de pesos enderezar el desorden, pero devolverá la paz vial a los juarenses.
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Aunque no es la primera mentira que dice, sino una de muchas, Andrés Manuel López Obrador aseguró que aún y cuando su consulta de revocación de mandato no llegue al 40 % de participación y si es mayoría el “NO”, dejará la Presidencia de la República.
Así que desde ya, este Fisgón estará contando los días aunque sea para recordarle una promesa más incumplida.
La consulta para la revocación de mandato del año próximo, requiere que vote por lo menos el 40% del padrón electoral del país para que sea vinculante, es decir, que sea válida, ya sea por el sí o por el no.
Pero AMLO sabe que lleva las de perder. La pasada consulta a la que se aferró para enjuiciar a expresidentes, no alcanzó siquiera un 8 % de participación, es decir, fue un fracaso y un tiradero de recursos.
Ahora dice que espera que llegue a ese porcentaje, pero si no, aunque sea menos y la mayoría dice que no continúe, se irá.
Ningún dictador cumple lo que promete, pero la esperanza es la última que muere.
