Ciudad de México, 08 de septiembre de 2021. La tercera ola de COVID-19 sigue evolucionando, sin embargo, se acerca el otoño y con ello el inicio de la temporada de influenza, enfermedad viral que a lo largo de los años ha registrado más de 55 mil casos positivos[1], y sobre la cual debemos permanecer alertas para evitar contagios.
La influenza es una enfermedad viral que afecta al sistema respiratorio y se caracteriza por la aparición de fiebre muy alta, dolores musculares, tos seca, dolor de garganta, entre otros malestares. [2] Su transmisión es muy fácil y ocurre a través de pequeñas partículas expulsadas con la tos o estornudos.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) existen diferentes tipos de influenza o gripe estacional: A, B, C y D. Sin embargo, aquellas que provocan las epidemias estacionales son los tipos A y B, cuya superficie está conformada por proteínas de hemaglutinina y neuraminidasa. [3]
Afortunadamente, en la actualidad existen opciones de tratamiento para esta enfermedad. El uso de antivirales como Oseltamivir es uno de ellos. Gracias a su composición, el activo, ayuda a inhibir la enzima neuraminidasa, es decir, inhibe la reacción química del virus, impidiendo que se reproduzca y expanda en el organismo. [4]
De acuerdo con el Dr. Miguel Ángel Arreola, director médico de Laboratorios Liomont este tipo de tratamientos pueden ser utilizados de forma preventiva o para curar la enfermedad, y está indicado para su uso en personas de todas las edades, incluso en bebés menores a los 12 meses.[5] Laboratorios Liomont es el único que cuenta con el tratamiento completo para toda la familia. Resaltó que “el uso de este medicamento debe ser indicado por un médico según las necesidades de cada paciente. El éxito del tratamiento depende de su uso correcto y es importante que se evite la automedicación para no dañar al organismo.”
Para prevenir la transmisión del virus, la Secretaría de Salud recomienda:
· Evitar compartir alimentos, vasos o cubiertos.
· Mantener distancia de personas con alguna infección respiratoria.
· Toser o estornudar cubriendo la nariz y boca con la parte interna del brazo.
· Evitar cambios bruscos de temperatura.
· Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón. [6]
El periodo de incubación de la enfermedad es de 1 a 4 días, por lo tanto, si se percibe algún síntoma, es importante acudir al médico de forma inmediata para recibir la atención adecuada.