Si se vive con asma se deben extremar precauciones para reducir el riesgo de contagio de COVID-19, pues la combinación de ambas enfermedades puede favorecer complicaciones que requieran de hospitalización
Es la enfermedad crónica más frecuente en los niños
El asma es una enfermedad crónica, no contagiosa que se caracteriza por ataques recurrentes de dificultad para respirar y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Se presenta inflamación crónica de la vía aérea, a la altura de los bronquios, lo que produce aumento de secreción y tos; esto hace más difícil el acceso del aire y da la sensación de opresión en el pecho indican los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua.
Si se vive con asma se deben extremar precauciones para reducir el riesgo de contagio de COVID-19, pues la combinación de ambas enfermedades puede favorecer complicaciones que requieran de hospitalización. Cuando uno de estos episodios es tan grave que quien lo padece no puede respirar, es necesaria la aplicación de medicamento urgente; a esta situación se le conoce como “crisis asmática”.
El padecimiento no impide una vida normal a quien la padezca; sin embargo, necesita de una adecuada atención médica, por lo que es necesario que la persona con esta condición lleve el tratamiento que le corresponda de manera puntual y acuda regularmente con su médico.
Sustancias químicas irritantes, polvo, humo de cigarrillo (aunque sea a varios metros de distancia), y gripe son algunos factores que contribuyen a que ésta se presente. Mientras que recibir emociones fuertes, la risa o el llanto pueden hacer que se contraigan los músculos y provocar una crisis.
Las molestias se incrementan en temporada de lluvias (por la producción de esporas), en invierno (el aire frío puede inflamar las vías respiratorias), y cuando aumenta el nivel de contaminación ambiental, además, ahora ante la Pandemia por COVID-19, que pone en riesgo la salud de todos los que sufren esta enfermedad.
Finalmente, se invita a los derechohabientes del IMSS en Chihuahua, a que, si tienen la enfermedad, aunque se sientan bien, no abandonen el tratamiento porque podrían sufrir una crisis respiratoria y una recaída en su salud, continúen con las medidas indicadas por el médico y además acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción, para que el médico realice las pruebas necesarias y pueda prescribir el tratamiento adecuado.
