Notas

Permanecerá Chihuahua en Semáforo Amarillo pero llaman a extremar cuidados

– Advierte el secretario de Salud, Eduardo Fernández Herrera que hay indicadores a la alza como la transmisibilidad del virus y de ocupación hospitalaria, por lo que la gente no debe actuar como si ya se hubiera terminado la pandemia

El secretario de Salud estatal, Eduardo Fernández Herrera, informó que el estado de Chihuahua permanecerá en semáforo amarillo durante los próximos 15 días, sin embargo, exhortó a la población a extremar cuidados para evitar que se sigan incrementando los casos.

Recordó que el Gobierno Federal posicionó al estado de Chihuahua en semáforo naranja en la conferencia COVID-19 del viernes 26 por la tarde, debido a que la calificación que alcanzó la entidad fue de 16 puntos, mismo que corresponde al mínimo marcaje para clasificar en color naranja.

En el mensaje que fue transmitido a través de las redes sociodigitales del Gobierno del Estado, Fernández Herrera explicó que en las últimas dos mediciones del semáforo se registró un incremento en los indicadores que corresponden a tasa de transmisibilidad del virus, número de contagios y hospitalizaciones.

“Lo que resulta preocupante es que de seguir aumentando, el estado se acercaría a la crisis que se vivió en los meses de octubre y noviembre del 2020”, advirtió el secretario de Salud.

Señaló que México y particularmente Chihuahua, no están exentos de vivir una “tercera ola”, situación que actualmente enfrenta Brasil, quienes tienen al 90 por ciento su ocupación hospitalaria.
En este sentido, dijo que el estado tiene una amenaza muy fuerte de incrementar sus contagios, derivado del periodo vacacional de Semana Santa, el periodo de elecciones así como la circulación de las variantes del virus en el estado de Chihuahua.

Dijo que esta decisión implica una gran responsabilidad, no para el gobierno, no para el sector salud sino para toda la sociedad, por lo que exhortó a seguirnos cuidando y a respetar las medidas preventivas como son la sana distancia, el uso del cubrebocas y el constante lavado de manos.

Mensaje del Secretario de Salud, Eduardo Fernández Herrera:

Buenos días chihuahuenses, el día de ayer el Gobierno Federal, a través de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, anunció que el estado de Chihuahua regresa al color naranja.

Como cada vez que me dirijo a ustedes, quisiera explicar de la mejor manera que me sea posible el significado de este anuncio, toda vez que como ya he mencionado en ocasiones anteriores, que como sociedad e individuos que interactuamos entre nosotros, entender tanto el significado del semáforo, como la forma en que se comporta la pandemia, son elementos vitales para que así en sociedad y en lo individual actuemos con responsabilidad y todos de la mano para vencer esta terrible enfermedad.

En el anuncio que se dio ayer la calificación que obtuvo nuestro estado fue de 16 puntos, que como recordarán es la ponderación de 10 variables que aquí estamos viendo en pantalla y que miden desde la tasa de reproducción efectiva del virus, hasta la tendencia de hospitalización.

Todos estos indicadores, una vez ponderados, nos dan una calificación final que como mencioné, en el caso de Chihuahua fue de 16 puntos en una escala de 0 a 40, que aquí les muestro: el color verde tiene una ponderación o calificación de 0 a 18 puntos, es decir, con riesgo bajo; el amarillo, de 9 a 15 puntos y se considera riesgo moderado; el naranja de 16 a 31 puntos con riesgo alto y el rojo de 32 a 40 puntos y riesgo máximo.

Como se puede ver, la calificación otorgada a Chihuahua es de 16 puntos, es el extremo inferior del color naranja.

En este sentido, que debemos pensar ¿Qué seguimos bien? ¿Que el nivel de riesgo es bajo?, la respuesta es NO, pues a pesar de que efectivamente el indicador es bajo debemos recordar que en lo que debemos estar alertas es en la tendencia de estos indicadores.

Para eso, en la gráfica pueden ver el comportamiento de la pandemia desde que se empezó a medir el semáforo, este es el pico que tuvimos en octubre y este es exactamente las dos semanas pasadas que acabamos de tener. Si ustedes ven aquí bajamos de 13 a 9, de aquí subimos a 15 y a 16, que es el indicador que publicó la Federación ayer.

Esto es lo que termina siendo un problema ya que empezamos a tener una tendencia hacia arriba. Como se puede notar, tenemos dos quincenas que nuestra calificación como estado sube y si bien, el incremento no es tan alto como el que tuvimos en octubre del año pasado, hasta hoy nunca habíamos tenido dos semanas de incremento continuo desde que existe el medidor de 10 variables, sólo aquella vez de los trágicos sucesos de octubre del año pasado.

Entonces, sí debemos preocuparnos, pues si esta tendencia sigue podríamos enfrentar un escenario similar al que vivimos en septiembre, octubre y noviembre del año pasado.

A poco más de un año de la llegada del COVID-19 a nuestro país, hemos observado que comienzan a relajarse las medidas de prevención y que incluso hay parte de la ciudadanía que comienza a conducirse como si el problema estuviera terminado.

Esta idea está sumamente alejada de la realidad y les digo que no sólo no debemos relajar medidas, sino que nuestra preocupación y cuidados deben ser mayores pues si ponemos atención en lo que está pasando en el resto del mundo, notaremos que estamos todavía muy lejos de controlar la pandemia.

Les pongo el ejemplo de Brasil que en este momento tiene su sistema hospitalario saturado al 90%. Eso es una verdadera tragedia y una alerta fuerte para México que desde que empezó la pandemia ha llevado un comportamiento similar al de Brasil solo que con 3 o 4 semanas de retraso.

Por otro lado, en Europa se ha registrado un repunte de casos que ha llamado la atención del mundo entero y que se ha denominado como “la tercera ola” y esto es preocupante porque se espera que este incremento de casos en Europa tenga un fuerte impacto en nuestro continente también en un periodo de dos o tres semanas.

Con todo esto les quiero decir, que, si no tomamos con mucha seriedad y rápidamente las medidas necesarias en estos días por venir, seguramente estaremos enfrentando en el nivel nacional y estatal una tragedia similar a la que vive Brasil y otros países del mundo.

Para hacer más seria esta amenaza, tenemos ya encima tres eventos que seguramente afectarán los niveles de contagio que son el periodo vacacional que prácticamente lo tenemos encima, las campañas electorales y la aparición de nuevas variedades del virus que no sabemos aún cómo se van a comportar.

Este conjunto de factores nos preocupa fuertemente en el sector salud. Cabe aquí recordar que en el estado de Chihuahua logramos contener las consecuencias de las fiestas decembrinas, pero eso fue posible porque transitamos la Navidad con una gran responsabilidad y una dinámica muy diferenciada del resto del país.

Chihuahuenses necesitamos volver a tomar esa conciencia de que el control de la propagación del virus está en nuestras manos y en nuestras actividades diarias.

En este sentido es importante también aclarar que no debemos pensar que la vacuna ya nos está protegiendo de manera colectiva. El avance de vacunación en todo el país es muy bajo, es muy lento, en el caso de Chihuahua al día de hoy no llevamos vacunado ni el 5 % de la población total del estado, aunque debo comunicarles que el avance en la vacunación de la población mayor a 65 años va caminando en forma efectiva.

Muchas personas creen equivocadamente que el control de la pandemia en Estados Unidos tiene que ver con la vacunación masiva reciente y no es así, lo que hubo fue un cambio radical de políticas y medidas de mitigación del problema.

Lo que se debe hacer, es lo que hemos hecho en Chihuahua, cuidar con con rigor, detener la propagación de la enfermedad en nuestras comunidades y no estar difundiendo la idea de que con la pequeña cantidad de vacunas que se han aplicado estamos cerca del fin de la pandemia.

La verdadera protección contra el COVID-19 y contra cualquiera de sus variantes sigue y seguirá siendo por bastante tiempo el uso del cubrebocas, el lavado de manos, la restricción de reuniones, convivir solo con las personas que vivimos, la ventilación y evitar aglomeraciones.

No hay sistema de salud o esfuerzo que podamos hacer desde el sector salud que pueda contra un comportamiento irresponsable en calles, establecimientos, viajes y reuniones.

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