“Sería una falta de respeto a mi persona, a mi familia y un insulto a la inteligencia de los chihuahuenses, aceptar los resultados presentados ayer”.
Así fue la sentencia del senador Cruz Pérez Cuéllar al emitir su posicionamiento en torno a la designación de Juan Carlos Loera como candidato a gobernador por Chihuahua.
Cruz amagó una vez más con la impugnación, pero no en forma determinante y sabe que no puede hacerlo, porque hay una espada de Damocles que pende sobre su cabeza: el desafuero para que enfrente a la justicia corralista.
Mientras se aventó una entretenida rueda de prensa, con muchos datos. Por ejemplo, reveló que ha sido invitado por otros partidos políticos para encabezar la candidatura al gobierno, pero apenas emocionaba, para cuando aclaraba: “seguiré siendo de Morena”.
Calificó de mentirosa la encuesta, que había sido “cuchareada”, es decir, dirigida para hacer que la ganara el exdelegado del bienestar, Juan Carlos Loera, quien por cierto está acusado de corrupción. Así, otra vez emocionó con la impugnación, pero luego aclaró que era una posibilidad que estaba en valoración con sus abogados.
Al final anunció que en enero iniciará un recorrido por los 67 municipios del estado “para ir agradeciendo”.
Es decir, no definió nada. Pero este Fisgón insiste que si quiere permanecer lejos del brazo justiciero de Corral, debe mantener su idilio con la 4T.
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Quien está feliz, como se esperaba, es el precandidato al gobierno del estado por el PAN, Gustavo Madero, luego de que su partido aprobó ir en alianzas, porque era el camino que esperaba para poder aspirar a construir algo.
Celebró que el Consejo Político Estatal haya rectificado, ya que semanas atrás dijeron no a las alianzas y entonces la que fue muy feliz fue la precandidata Maru Campos, quien por cierto, no ha dicho nada en torno a este último revés.
Madero estimó que el nuevo acuerdo del Consejo privilegia la sensatez y responde a “la voz de los ciudadanos”.
Una cosa es cierta, solo la unidad de muchos permitirá hacer frente al avance de Morena para salvar el futuro de México y en eso, el senador con licencia si coincide con este Fisgón.
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Mientras, los partiditos con registro en Chihuahua se aprestan para dar la pelea con la gubernatura.
Lástima que estos partiditos no supieron llamar la atención de las personalidades fuertes, quienes optaron por pelear la segura para al final quedarse sin nada, así que se quedaron con la pipitilla.
Así es el caso de “Fuerza México”, este partido que nació este año y tiene su primera participación en las elecciones del 2021 se fueron por los más grandes a sabiendas de que solo uno o una serían los ungidos y perderían todas las posibilidades.
Ayer, este partido presentó al doctor juarense, Alejandro Díaz Villalobos, como su precandidato a gobernador de Chihuahua y afirmó que no se trata de ningún improvisado.
El aspirante es activista médico, tiene algunos reconocimientos internacionales y precisamente, será el tema médico el que llevará como bandera: “Chihuahua está dolido, necesita un médico”.
Antonio Arturo Franco Medina es quien preside el Comité Estatal de Fuerza México. Lo acompañan: como secretaria general, Flor Gisel Iturralde; secretaria de asuntos jurídicos, Karen Villegas Estrada; secretaria de la mujer, Martha Medina Ramírez y como secretario juvenil, Layza Nakaruto Ramírez.
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Ni por zoom el presidente Andrés Manuel López Obrador habla con los gobernadores. Ahora desdeñó clausurar la sesión del Consejo Nacional de Seguridad.
Previamente, los 10 gobernadores de la Alianza Federalista pidieron al Peje pasar de las palabras a las acciones y a la coordinación, para devolver la paz y la tranquilidad a los estados.
También se habían dado a conocer los índices delictivos, donde los crímenes violentos mostraron un repunte importante y se incluyó a Ciudad Juárez y a Chihuahua capital dentro de las ciudades más violentas.
La reunión del Consejo Nacional de Seguridad se anunció con la presencia del presidente de México, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, como encargado del despacho.
Muy temprano se conectaron los 32 gobernadores y la jefa de la Ciudad de México, funcionarios federales y secretarios de seguridad estatales. Ahí se anunció que el presidente daría un mensaje de clausura.
Se llamó a los gobernadores a actuar en un “frente común” para garantizar la seguridad pública, pero el Gobierno Federal no ofreció nada para fortalecer ese frente común.
Para colmo, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, fue usado para golpear a los golpistas: “el 95% de los delitos cometidos en el país son del fuero local, llamo a los mandatarios estatales a asumir su responsabilidad” y remató con una crítica a “quienes utilizan un discurso golpista, utilizando como pretexto el tema de la inseguridad”.
Muy lejos de la conciliación, de ambas partes, desde luego, pero la única afectada sigue siendo la ciudadanía.
Al final, el presidente dejó con un palmo de narices a los mandatarios que esperaban verlo al menos por zoom.