Mariguana, lo que faltaba para concretar la demolición de la sociedad mexicana
Cruzada por la familia lamenta profundamente la decisión del Senado de la Republica de aprobar el uso de la mariguana, toda vez que esto provocará
consecuencias fatales, tales como el deterioro de la salud de la sociedad, el
incremento de adicciones, trastornos psicológicos, aumento de la violencia y
asesinatos, pero sobre todo el control del gobierno de un negocio que tanto ha
dañado a nuestro país, convirtiéndolo en un narco estado.
José Medrano, coordinador de la red de asociaciones civiles Cruzada por la Familia, menciona que todos nos hemos dado perfecta cuenta de cómo se destruye una familia completa cuando hay un problema de adicción, pues no solo se afecta el adicto, que termina lamentablemente con su salud y su vida, sino que afecta a todos los integrantes del hogar.
En estos tiempos de pandemia, no hay hospitales suficientes para tratar a los pacientes, mucho menos el sector salud podrá atender el incremento que se dará de casos de adicción, no podrá construir clínicas especializadas para estos
casos.
Esta estrategia de control del nefasto negocio de la droga, pone en grave riesgo a nuestros niños y jóvenes, pues se ha dicho que tal aprobación es con fines lúdicos, pretextando el “libre desarrollo de la personalidad”, sin embargo, sabemos perfectamente que mientras más libertad desenfrenada se da a los niños y jóvenes, esto termina en un lamentable libertinaje. ¿Acaso queremos padecer una mayor degradación de nuestra sociedad? pregunta Medrano.
Por otra parte, todos los abogados saben que no toda ley positiva humana es justa, porque cuando se aprueba una ley que evidentemente afectará a las personas, como es el caso, no estamos obligados a obedecer esas leyes injustas. Las leyes son buenas en tanto y cuanto sean justas, es decir cuando buscan el mejoramiento y perfeccionamiento del ser humano, no cuando
favorecen su destrucción y quebranto, señaló.
Los mexicanos debemos exigir legisladores honestos, preocupados por la salud física y mental de la población, no sometidos a dictados internacionales y a las presiones de grupos de poder, debemos manifestar nuestro descontento y repudio a estas leyes, porque de lo contrario, pronto estaremos transitando por la descomposición social que están padeciendo los países que han aprobado el uso de drogas, concluyó