• Atiende el área COVID-19 de este nosocomio
• Exhorta a la población a “no bajar la guardia” y respetar las indicaciones de las autoridades de salud
Con una actitud positiva y una gran sonrisa, María Briones Cisneros, auxiliar de limpieza e higiene del Hospital General Regional (HGR) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, llega todos los días a las 07:00 horas a trabajar.
Su función es mantener sanitizada y limpia el área COVID-19, la cual desempeña desde que comenzó la emergencia sanitaria, hace casi seis meses.
Ya con su uniforme puesto, se coloca minuciosamente unas botas de material impermeable sobre su calzado; posteriormente, un overol especial, después unos guantes de látex, una bata, un gorro, un respirador N95, un segundo par de guantes, lentes de protección, el gorro del overol, una careta y finalmente un tercer par de guantes; todo, rigurosamente en ese orden.
En este proceso, María es apoyada por sus compañeros del área de enfermería, quienes tienen la encomienda de supervisar la preparación para su ingreso al área de atención COVID-19.
“Todos los días venimos a la guerra, a estar en la batalla. Cuando entramos, primero nos encomendamos a Dios. La primer área que atendemos es pediatría, y entramos con la esperanza de que no esté ningún niño; posteriormente atendemos el área de adultos”, relató.
“Después de que terminamos nuestra rutina, hacemos dos limpiezas exhaustivas, en donde se necesite y en donde se da de alta y se cambia de área a un paciente”, continuó.
María expresó que para ella y sus compañeros es triste ver que la gente no deja de enfermarse a causa del coronavirus: “sobre todo, cuando se trata de niños nos duele bastante; pero también nos da mucho gusto cuando los pacientes despiertan, cuando los trasladan a piso, que significa que ya van mejorando y más, cuando los dan de alta”.
“Claro que tenemos miedo de que en algún momento nos lleguemos a enfermar; sin embargo, todos los días vengo a trabajar con una actitud positiva, fuerte con la consigna de dejar lo mejor de mí, con la confianza de que no voy a caer”, afirmó.
Para María, hacer bien su trabajo es esencial, ya que eso le da la certeza de que si un día alguien de su familia o un conocido se infecta y llega a este hospital, estará en un lugar seguro, “un lugar limpio, donde yo limpié, por eso hago bien mi trabajo”.
A pesar del riesgo que conlleva atender el área COVID-19, para ella es una gran satisfacción: “me emociona ayudar a la gente, nunca he pensado en retirarme. Me gusta hacer mi trabajo, lo hago con gusto y con el placer de servir”.
Sobre su función como trabajadora de limpieza e higiene, señaló que todos son un gran equipo, “esta categoría es muy valiosa, muy importante. Nunca nos debemos sentir menos por lo que hacemos; somos una gran pieza de toda esta máquina que está aquí en el Instituto”.
Finalmente, María exhortó a la población hacer caso a todas las recomendaciones que emiten las autoridades sanitarias, “porque en realidad el COVID-19 sí existe. Quédense en casa, cuiden a su familia, a sus hijos, porque esta enfermedad es muy triste”.
“Cuando los enfermos llegan al hospital, es muy triste ver que sus familiares no pueden entrar y estar ahí con ellos, porque es una enfermedad muy contagiosa. Los pacientes mueren solos, es muy triste Cuiden a su familia, hagan caso. Tomen precauciones”, concluyó.