Pues ni sus propios correligionarios apoyaron sus impopulares medidas como reducir salarios y quitar aguinaldos a los “servidores de la nación” para juntar recursos para enfrentar la crisis del coronavirus.
AMLO recibió el rechazo de sus otrora más fieles apoyadores como Porfirio Muñoz Ledo y Ricardo Monrreal a sus medidas de austeridad ante la pandemia.
Con un “habiendo tanta tela de donde cortar, para qué hacerle ojales” le dio un rotundo no Porfirio a López Obrador a la propuesta del presidente de recortar los salarios hasta un 25% y quitarles el aguinaldo a sus siervos, perdón servidores de la nación.
No hace mucho, pocos meses, que AMLO castigó a Porfirio al destituirlo de la presidencia de la Cámara de Diputados. Ahora toca el turno de la venganza.
Monrreal también fue castigado por el presidente en la Cámara de Senadores y ahora le dice no a su presidente.
Para no ir muy lejos, la medida de reducir salarios y quitar agüinado es simplemente contra la ley, así que no es tan sencillo, pero lejos de buscarle cómo ayudarle, mejor le dijeron que no.
En su cuenta Muñoz Ledo escribió: “No a la reducción de salarios, ni a la supresión de los aguinaldos. Sería violatorio de la ley. Debemos respetar los contratos colectivos, otorgar apoyos a las PyMEs y establecer una Renta Básica Universal. Habiendo tanta tela de donde cortar, para qué hacerle ojales”.
Así que ojales para que los quiero y punto.
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Así que mientras unos se desgastan y utilizan la pandemia para cobrarse afrentas, otros tratan de mantener la calma y que el país no pierda el rumbo, como es el caso del vocero oficial del coronavirus en México, Hugo López Gatell.
El subsecretario de Salud se fue contra la reforma al artículo 29 Constitucional que supuestamente fue reformado en secreto hace unos días y con eso se permitiría que a discreción, el presidente de México tuviera a su cargo la suspensión de garantías individuales.
Negó que México haya entrado a un estado de excepción, es decir, que pide que no se aplique la suspensión de las garantías individuales, pero eso sí, apela a que la gente haga caso de las recomendaciones y ayude a que se detenga la pandemia.
Dice que no hay, al menos por ahora, justificación legal para establecer medidas radicales como los “toques de queda” y otras más radicales y alertó sobre las medidas coercitivas que se han implementado por parte de autoridades municipales que incluso usan la fuerza pública para obligar al confinamiento.
Pero de que los alcaldes y hasta algunos gobernadores se están yendo por la libre, ni duda cabe
Y es que hasta anoche, en el país suman 14 mil 677 casos de coronavirus y mil 351 muertes y más de 7 mil 612 están en investigación de pruebas.
En Chihuahua ya sumaron 61 fallecimientos y rondamos los 300 casos positivos. La cosa verdaderamente difícil y dicen que todavía falta lo peor.
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Uno que no descansa, pero para bien, es el senador Cruz Pérez Cuellar, quien en pleno domingo entregó 200 despensas a meseros y trabajadores de bares de la ciudad de Chihuahua.
Durante la entrega fue acompañado por el presidente de la Asociación de Bares y Cantinas de Chihuahua, Eduardo Andujo y otras personalidades de ese mundo de la economía local.
Este es uno de los grupos sociales más afectados por la crisis, ya que fueron los primeros obligados en cerrar, entre ellos los meseros, las acompañantes, bartenders, intendentes, cocineros y otros muchos más.
Este Fisgón ya ha dicho que los legisladores, locales y federales, fueron los primeros en huir, en lugar de solidarizarse y hacer algo.
Así que bien por el senador Cruz, que ahora se anotó una palomita.
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Otra que no para a pesar de la contingencia, es la alcaldesa Maru Campos. Las obras que se ven por la ciudad tienen su sello, como en La Cantera, el Periférico.
Pero no solo en la ciudad, también en la zona rural, donde reportan que recién se rehabilitaron nada menos que 300 kilómetros de caminos de terracería, un trabajo de 3 meses.
Las comunidades beneficiadas son El Sauz, El Charco, Colonia Soto, Ciénega de Ortiz, Guadalupe, con pavimento y con otros materiales, según corresponda. y la Zona Centro.
Además hay otra clase de obras, como abrevaderos para ganado y otros, con impacto para al menos 65 comunidades rurales de la capital.
