Las desastrosas respuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador a la crisis del coronavirus puso en alerta a la comunidad económica internacional, al grado de que están alertando por el desastre al que está conduciendo al país.
De hecho, algunos organismos internacionales convocaron a los gobernadores estatales a asumir el liderazgo abandonado en la conducción del país y rescatarlo del inminente quebranto.
En cierta forma resulta obvio que esa comunidad internacional está conformada por capitalista e inversionistas que ven en México muchos riesgos y piden acciones inmediatas para salvar a la economía.
Porque también es cierto que el presidente no ha dado ningún viso de querer apoyar a nada que huela a empresa, por pequeña e informal que sea, pero que genere empleos: ¡que paguen!, ha dicho.
Ese tipo de respuestas fueron traducidas por el influyente diario Financial Times que en su editorial sentenció que “México tiene una presidencia imperial y un presidente imperioso”.
El editorial fue titulado “La tragedia presidencial de México, en desarrollo” y señala que la postura asumida por López Obrador ante la pandemia, ha expuesto a México a nuevas y peligrosas debilidades.
Lo compara con otros presidentes que no solo han errado en la estrategia, sino en la negación de la pandemia, como son los casos de Jair Bolsonaro en Brasil y de Donald Trump en Estados Unidos, lo que ha costado a este último más de 30 mil muertes.
Sin embargo, el periódico advierte que lo que es único, es la negación de López Obrador a la necesidad de un gran estímulo fiscal y monetario para rescatar a la economía de la recesión que se registra.
Advierte además que el consenso del mercado mundial es que México estará entre los países más afectados por la pandemia por su dependencia de la manufactura, el turismo, las remesas y el petróleo crudo de Estados Unidos.
Pero, si AMLO desoye a sus consejeros, a sus partidarios, a su “pueblo bueno y sabio”, mucho menos hará caso de los inversionistas internacionales que han hablado a través del Financial Times.
Lo menos que les dirá es que son fifís y conservadores y quizá hasta les añada que pertenecen a la mafia del poder y nos seguirá llevando al precipicio.
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Por cierto y aunque cabe la duda de que pudo ser coincidente, los nueve gobernadores que integran la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional, presentaron un plan de 7 propuestas para salvar al país de la crisis.
Los mandatarios son: Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes; Carlos Mendoza Dávila, de Baja California Sur; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, de Guanajuato; Francisco Domínguez Servín, de Querétaro; Carlos Manuel Joaquín González, de Quintana Roo; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Mauricio Vila Dosal, de Yucatán y Javier Corral Jurado, por Chihuahua.
En pocas palabras, le pidieron a AMLO echar a andar un Programa de Emergencia Económica que permita mantener el empleo, un ingreso básico solidario a quienes han perdido el trabajo, pago a proveedores, financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas y aumentar el presupuesto a estados y municipios, entre otras medidas urgentes.
Para salvar al empleo, insisten en los estímulos fiscales que el presidente se ha negado a proporcionar, diferir el pago de impuestos y las aportaciones al IMSS, Infonavit y las Afores por al menos un trimestre.
También, financiar, como están haciendo ellos en sus estados, las micro, pequeñas y medianas empresas; destinar recursos para dar un salario o ingreso básico solidario para que trabajadores desocupados puedan pagar servicios como agua y luz y tener para alimentos básicos; incrementar los presupuesto a los estados y municipios, especialmente en salud y obras.
Agilizar el pago a proveedores del gobierno, y en la medida de lo posible, anticipar las compras correspondientes al segundo semestre y otras medidas en apoyo a los grandes capitales que son los que generan miles de empleos en el país.
Los gobernadores azules saben que su desplegado fue una réplica en el desierto, pero bien saben también que quedarse callados equivale a validar la inacción del Gobierno Federal y al menos reparten culpas.
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Y mientras que nos llega la tercera fase para enfrentar la pandemia, el coronavirus ha cobrado ya 449 vidas y casi 6 mil contagios y cosa curiosa, la ciudadanía sigue reaccionando atípicamente.
Primero, la ciudadanía se preocupó hasta que la enfermedad llegó a sus comunidades y luego, ahora a reaccionado en contra del personal médico, como si ellos fueran los culpables de un virus que llegó de otro país.
Por eso, elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Secretaría de Seguridad fueron enviados a resguardar los 184 hospitales de reconversión en los que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atenderá a los pacientes COVID-19.
Serán mil 600 elementos los que participan en esa vigilancia, primero de los hospitales del IMSS y luego la extenderán a otros nosocomios.
Es increíble que tengamos que llegar a esos extremos, cuando los médicos, las enfermeras son igual que uno, víctimas circunstanciales de la pandemia y peor ellos, que tienen que enfrentarse a fuerzas con la enfermedad para atender a todos los que resultan contagiados.
Ojalá y el próximo café caliente se lo arroje agresores a sí mismos, porque nadie está exento de librarse de la enfermedad del siglo.
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Para cerrar estos comentarios, hoy el gobernador Javier Corral continuará con sus diálogos ciudadanos y sus informes del Plan Emergente para cuidar la salud y la economía de los chihuahuenses.
Desde las 7 de la mañana, en lo que será el segundo ejercicio de este tipo, el gobernador primero informará del avance de los programas, créditos, apoyos, alimentos y geles antibacteriales que se distribuyen en el estado y luego atenderá inquietudes de la ciudadanía.
Lo dicho: ningún político puede soportar una cuarentena si esta les arrebata el cargo por el que tanto lucharon.
